En Abril de este año; el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo de Tecnologías Libres (CENITAL), anunci+o la liberación del sistema operativo GNU/Linux que desarrollan: Huayra 2.0.
Lo primero que debo aclarar; ya que esta distribución es presentada como software libre y una distribución GNU, es que Huayra no es una distribución aceptada por la Free Software Foundation, ni cumple con las Pautas para distribuciones de sistemas libres; por lo que Huayra es otra distribución GNU/Linux, con mucho software abierto y no libre incluido; con un kernel (núcleo) poblado de blobs para que puedan funcionar una serie de hardware no libre que incluye la netbook del Programa Conectar- Igualdad, cosa que como ya dije en una nota anterior analizando el programa considero innecesario ya que estas netbook son armadas al 100% en el polo tecnológico de Argentina.
Sin embargo; este sistema basado en Debian es el segundo intento estatal de producir software libre para el sector público y el primero exitoso. Pensada exclusivamente para el sector educativo, es un avance muy marcado con las primeras netbook que traían un Ubuntu modificado que apenas funcionaba, un esfuerzo realmente rescatable, en el que lamentablemente no vemos intención de profundizar hasta que se convierta en la primer distribución estatal totalmente libre, según los intercambios de opiniones que hemos tenido con sus desarrolladoras.
Debo empezar mi critica a Huayra con una de cal y una de arena. Han logrado un instalador que raramente ocasionará algún problema a la que desee instalarlo; pero al no pedir la personalización de usuaria y root por defecto (como sí lo hacen otras distribuciones estatales como Canaima o Guadalinex); nos deja con una puerta abierta en nuestro sistema. Más allá de las personalizaciones futuras que no eliminarán esta entrada a menos que la tome una usuaria avanzada.
Su escritorio por defecto es MATE es bastante atractivo y agradable a la vista, permitiendo una bastante recomendable experiencia al trabajar con este sistema. Trae un amplio abanico de aplicaciones, lo que hace que cualquiera pueda iniciar cualquier proyecto de inmediato (como dato al margen eché en falta Lyx como editor de documentos latex).
Se nota su inclinación a fortalecer la enseñanza básica del “lenguaje informático” partiendo de programas como Pilas Engine bajo Licencia Pública General Reducida de GNU y desarrollada por Hugo Ruscitti y que en la próxima versión de Huayra publicará un software creador de avatares “Caripela” . Pilas es un sencillo motor de juegos 2D que logra resultados en lapsos de tiempo muy breves.
Sumados a este soft -que considero muy interesante- la Comunidad Hayra ha aportado unos desarrollos propios:
- Huayra Compartir, una aplicación que permite compartir archivos sin necesidad de estar conectados a Internet.
- Huayra Motion, una herramienta que permite crear películas y cortos animados con la netbook usando la técnica de stop motion de manera sencilla y divertida.
- Huayra TDA, un sintonizador de TDA (Televisión Digital).
- Preciosa, un aplicación para estar informadas sobre la lista oficial de precios.
Huayra es un buen sistema operativo, dotado de las mismas taras de los sistemas operativos basados en Open Source y Closed Source. Una reunión de software que parado en un aula es bienvenido por la cantidad de posibilidades que se abren; aunque en mi recorrido por escuelas del norte argentino y sur cordobés, ví que estas posibilidades se desaprovechan de muy distinta manera. Porque en Santiago del Estero hablar de un Programa Conectar-Igualdad y las brechas digitales es lo mismo que hablar de la Tierra Media; mientras en Córdoba el trabajo de técnicas y referentes es realmente destacable y el problema reside ya no en el programa, sino en gestiones estatales y paraestatales que aún siguen atados a estructuras medievales.
Quiero hacer especial énfasis en esta traba para un Programa que busca abarcar los sistemas educativos de la República. Mucho de la falta de aplicación y de inclusión de Conectar-Igualdad, como de los huecos del programa, tiene que ver con la falta de claridad y de coordinación del Estado Nacional con las Estados Provinciales. Claro que el Programa dista de ser un programa que nos de Soberanía ni tecnológica, ni del conocimiento.
Pero; también quisiera aclarar mi posición sobre la posibilidad de acabar con el desarrollo de Huayra ante un posible cambio de gobierno. Creo que el hecho de que un Proyecto de la magnitud de este se encuentre ligado a los destinos de un partido, es negativo para el Proyecto del software libre; que se despida a desarrolladoras por su ideologia partidaria de un centro de desarrollo y no por su ineptitudes, creo que es nefasto. Por lo que estoy convencido que tanto Huayra como el CENITAL deben sobrevivir al Proyecto del Gobierno actual, y las que nos decimos Defensoras de esta idea maravillosa que es el software libre seguir insistiendo en su profundización, para que sirva a la usuaria transfiriéndole el conocimiento y la libertad que exige el Proyecto GNU…
Por lo pronto la vaca voladora anuncia la primer actualización de Huayra 2.1 para los próximos días de setiembre.
Hasta donde me dan mis pobres conocimientos informáticos y desde mi perspectiva de simple profe usuario, acuerdo con el artículo (además de aprender varias cosas que no sabía) y quisiera extender la petición de que Huayra continúe más allá del cambio de gobierno a muchas otras iniciativas y desarrollos educativos, socioculturales y tecnológicos.
Es casi una cuestión endémica que cada cual que llega al gobierno deje de lado lo del anterior y vuelta a inventar la rueda. Creo que debiéramos ponernos por encima de esa mirada políticamente pigmea.