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German Doin: «Los educadores deben tener educación hacker»

German Doin Campos es un joven inquieto, no sólo posee esa esencia fundamental de las hackers que tiene que ver con mirar a todos lados a ver qué pasa, buscar y rebuscar vías alternativas de resolución de problemas, sino que también se ha manejado con programas libres para la realización de un film que es en sí mismo un hackeo al sistema ideológico-social-educativo: La Educación Prohibida, una especie de manifiesto abierto que propone libertad allí donde hay opresión, creatividad allí donde todo ya es gris y parece no tener salida, optimismo allí donde se ha estancado todo, donde reina la violencia (activa y pasiva) ellas quieren establecer la paz, donde reina irónicamente la ignorancia, ellas ponen luz en forma de bits. Una nueva generación en busca de aire en un ambiente seriamente manipulador, viciado y enrarecido como el de la educación tradicional.

¿Cómo te chocaste con el software libre y el mundo hacker durante la realización del film? ¿Lo hubieras hecho con software privativo?

Yo comencé la película sin considerar la idea de la cultura libre. Si bien sabía de la existencia del Software Libre, no tenía noción del alcance de sus postulados al mundo de la comunicación. Una noche haciendo zapping (cosa que nunca hacía) vi «Rip: The Remix Manifest» la película que aborda la problemática de los derechos de autor en las producciones audiovisuales y la historia de Creative Commons. Ahí supe que la película tenia que ser libre y decidí utilizar una licencia CC (CC-BY-NC-SA específicamente).

A raíz de esto se acercó al proyecto Franco Iacomella, quien nos mostró el mundo del soft libre.

Yo para editar y hacer animaciones solamente usaba software privativo, había aprendido por mi cuenta con tutoriales online. Y gran parte de la película (mis partes) fueron hechas con eso. Pero en el proceso fuimos migrando al software libre. Hoy en día uso principalmente soft libre, a menos que tenga que hacer algo muy particular que solo sepa hacer con otro soft.

¿Usás software libre? ¿Qué programas?

Hoy en día, uso Kubuntu, Inkscape, Gimp, y los paquetes de LibreOffice principalmente. Si bien muchos animadores de la peli usaron MyPaint y Blender, yo todavía no tuve el tiempo para sentarme a explorarlo como me gustaría. Además, ya que estamos trabajando en una plataforma de educación libre, usamos a diario Mediawiki, Elgg, y WordPress.

¿Pensás que el software libre es una utopía si pretende globalizarse al 100% (derrotar completamente al software privativo)? ¿Es algo para gente de elite? ¿Pensás que el software privativo podría dejar de existir?

No se si dejará de existir, pero si creo que en algún momento se agotarán sus posibilidades y tal vez se convertirá para una elite. Creo que el desafío es poder hacer sostenible el trabajo de los programadores libres, en donde eso sea posible vamos a empezar a ver cambios. No soy experto pero tengo entendido que ya hay mucha gente en esa linea.

Viendo la película el mensaje en general me parece muy optimista, da la sensación de que el mundo tiene un futuro hermoso en manos de niños que algún día tendrán la educación «ideal». En ese sentido, digamos, el tono del film es similar al del mundo hacker: todo se puede, optimismo, romper las reglas, rebeldía, anti-academicismo (en gran medida), visiones alternativas, diversión al resolver un problema, etc.

¿Cómo puede ser que dos mundos tan similares como los de la educación libre (el adjetivo me parece justo, pero vos dirás…) y el software libre no se juntaran antes?

Eso es algo que nos preguntamos bastante. Yo tengo una teoría sobre esto. Si bien hay algunas escuelas de este tipo que trabajan con Software Libre, y entienden la coherencia con sus prácticas, también muchas de estas experiencias educativas han tenido que luchar por sostener sus principios ante la educación hegemónica. Esto los ha llevado a no abrirse al mundo, entre otras cosas, a las tecnologías de la información (por pensarlas parte del sistema). Muchos educadores «libres» de este tipo de experiencias ven claramente las políticas de consumo, directividad y limitación detrás del software privativo, pero las identifican con todas las tecnologías. Entonces ponen a la «computadora» como enemiga del desarrollo libre y la creatividad; pero es porque claramente solo conocen la versión Microsoft de la computación, si conocieran la versión hacker, creo que pensarían de forma distinta.

En el caso de Argentina, que es el que mejor conozco: ¿el Estado nos lavó la cabeza haciéndonos creer que era la vara con la cual se medía la calidad de una educación? ¿Ves futuro (un futuro «libre», o sea de seres humanas libres y plenas) en la educación estatal?

Creo que este tipo de prácticas libres dependen más de las decisiones en la pequeña escala (maestros, familias, comunidad escolar) que en la gran escala. Creo que hoy, dentro de la educación estatal, se están viviendo muchas escuelas distintas, algunas que perfilan hacia ese mundo libre y otras no tanto. Igualmente creo que las políticas publicas pueden o no generar las condiciones para eso. Yo creo que todavía falta mucho, pero ahí estaremos ayudando a que sea posible, pensando formas diferentes desde la libertad, la democracia y la diversidad.

¿Pensás que «La educación prohibida» es un hack ideológico-informativo a los sistemas educativos dominantes?

Creo que puede ser definida de esa forma. Pero creo que a ese hack le falta mucho trabajo. Necesitamos ser más personas, más puntos de vista. Por eso mismo estamos construyendo una red social libre para documentar todas las experiencias, visiones, propuestas. Si hay algo que le faltó a la película es una mirada más amplia, que tenga en cuenta el contexto. Allí vamos.

¿Tenés feedback de chicas que ven el largometraje y se replantean qué hacen en las escuelas tradicionales? ¿Quieren cambiar de escuela? ¿Encuentran dónde ir? ¿Las madres les dan bola?

Tenemos feedback de aquellos a los que la película les tocó alguna fibra sensible. Algunos comenzaron a hacer copias y regalarlas, otros gestionan proyecciones en su escuela, y se de algunos que se animaron a escribir un discurso atrevido como los personajes. También hay quienes nos escriben pidiendo ayuda, ya que no la encuentran en los maestros o los padres.

Donde vivo, en Junín (Buenos Aires), no hay alternativas buenas a la educación estatal tradicional y a la educación privada religiosa: mi hija tendrá que elegir entre dos (para mí) malísimas opciones: la regimentación estatal o la privada-religiosa. De las dos, prefiero la estatal, que al fin y al cabo se criaría en un ambiente que luego ella podría reformular sin tanta pavada en el medio, pero pienso que sería hacerle perder el tiempo. En verdad me parece más importante la socialización que los contenidos que se den en una escuela. ¿Qué podemos hacer las madres en ciudades como la nuestra?

En definitiva el impacto más grande en la educación de los hijos es la mirada de los padres. También una opción es comenzar a crear espacios informales, de encuentro entre pares, espacios de juego para chicos, hay muchas escuelas que empezaron así, fuera del sistema y luego se incorporaron. Antes que nada lo más importante es apropiarse de la escuela, del espacio: no solamente asistir a las reuniones, sino estar presente, proponer actividades, espacios de reflexión, invitar a los docentes a pensar de otra forma. Creo que el desafío no es hacer nuevas escuelas con formas distintas, sino comenzar a apropiarse de las escuelas que tenemos y transformarlas desde adentro. Es posible porque hay muchos ejemplos en la escuela pública que dan cuenta de eso. Pero primero hay que construir una comunidad en ese sentido.

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