Es realmente curioso que los estadounidenses sigan sosteniendo que son el país de la libertad y cuestiones similares. Están plagados de prohibiciones y todo el tiempo buscan sumar más. Aunque, hay que reconocer que sí tienen «libertad»: tienen una de las economías más liberales del globo.
Ya que estamos, y como es sábado, te recomiendo ver «To Big to Fail», un peliculón, algo lento pero muy profundo y muy intersante, que cuenta qué hizo, cómo y por qué, el gobierno estadounidense con las empresas responsables de la crisis que atraviesa el mundo desde 2008.
En caso de que una empresa se niegue a colaborar será multada
¿Te acordás del escándalo de espionaje mundial y en tiempo real de la NSA? Bueno, parece que es sólo mediático, porque un grupo de legisladores estadonidenses se está preparando un paquete legislativo para presionar a las empresas como Facebook y Google con el objetivo de que permitan a los agentes del FBI interceptar comunicaciones en tiempo real. En caso de que una empresa se niegue a colaborar será multada, aunque habrá que ver qué otro tipo de sanciones queden dispuestas al momento de aprobación de estas leyes, que esperemos no suceda nunca.
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El FBI es el principal impulsor de esta legislación tan macabra y lo sostiene a viva voz. Según comunicaron el FBI es incapaz de interceptar correctamente las comunicaciones de todas las personas que estamos conectadas a Internet, y por eso desarrolla estas presiones con el objetivo de que no se le escape el vuelo de una mosca.
De aprobarse esta legislación, las empresas que no permitan al gobierno estadounidense desarrollar tareas de espionaje sobre toda la población del mundo serán intimadas judicialmente y demandadas, de forma inmediatamente posterior a la aplicación de una multa por no permitir que uno de los gobiernos más autoritarios del planeta espíe a sus usuarios.
Los usuarios deberíamos presionar también a estas empresas dejando de utilizar sus productos, puesto que esta actitud, propia de la Doctrina de la Seguridad Nacional, viola seriamente nuestros derechos.
Por otra parte, no somos responsables de cumplir con la legislación de un país en el que no vivimos, y aunque las empresas se vean «obligadas» a cumplir con los deseos del FBI son igualmente responsables por no mudar sus servidores a países en los que no puedan aplicarse este tipo de leyes.