Hasta el momento la técnica general del tipo five de las empresas que dominan el globo -todas digitales- es lavarse las manos, olímpicamente, aprovechando la enorme cantidad de vacíos legales, su capacidad de ser más veloces que los estados (ni hablar de la legislación) y su privilegiada posición dentro del armado geopolítico global como canal vaso comunicante mundial. Pero parece que por ahí no les alcanza.
El martes pasado, la Corte Suprema de la Unión Europea, reglamentó que una corte de menor envergadura podría ordenar a Facebook remover comentarios de carácter ilegal de su plataforma, lo que tiene un valor político muy fuerte, ya que empodera a los estados de esa unión respecto de las propias redes sociales.
La Corte de Justicia Europea resolvió de esta forma luego de que una política austríaca, Eva Glawischnig-Piesczek, solicitara una orden para que Facebook remueva comentarios que resultaban daniños para su reputación. La corte falló contra Facebook y al mismo tiempo dio un duro golpe a este tipo de compañías.
“La ley de la UE no impide que un proveedor anfitrión como Facebook reciba la orden de eliminar comentarios idénticos y, en ciertas circunstancias, equivalentes previamente declarados ilegales”, dijo el tribunal en un comunicado. “Además, la legislación de la UE no impide que dicha orden judicial produzca efectos en todo el mundo, en el marco del derecho internacional pertinente”.
El fallo, de igual manera, no sienta un buen precedente para la ciudadanía global: afirma que empresas como Facebook o Twitter no son responsables del contenido que la gente publica en sus plataformas, lo cual les permite seguir lavándose las manos. Lo interesante es que el fallo plantea que si bien las empresas no son responsables, la corte puede ordenar que se borren contenidos de carácter ilegal todas formas.
El caso abre la discusión de la utilización de las redes para comunicar informaciones que el propio mainstream desea que se mantengan en el anonimato. Facebook ya puso el grito en el cielo hablando de la libertad de expresión, pero lo cierto es que en ninguno de estos casos se está hablando, defendiendo ni ponderando la libertad de expresión de las usuarias sino la libertad de expresión de las corporaciones.
¿Qué hacer? Lo de siempre: borrá tu Facebook, borrá tu Instagram y no uses nada de Google, usando el buscador de Tribuna Hacker, podés encontrarle reemplazo a todas.
¡Happy Hacking!
Vía TheVerge