Están tapándonos el sol con un dedo. Es genial. WhatsApp viene siendo demandada por haber sido utilizada para sembrar odio interracial con el objetivo de modificar un escenario político electoral en la India, cosa que al parecer sucedió y además funcionó, según dicen distintos medios del globo. Facebook, la verdadera dueña de todo esto, viene enfrentando cachetazos similares en EEUU: la acusan de lo mismo, con algunos ribetes que hacen que lo de India, donde esto generó muertes, sea peor. La posibilidad de utilizar WhatsApp para generar odio es algo que viene explotando gran parte de las fuerzas políticas de superficie (y de los poderes fácticos, habríamos dicho hace algunos años). Esa es la razón por la que ahora algunos mensajes son marcados como ‘reenviados’. Tal parece que la medida no fue efectiva (o no fue suficiente), por lo que ahora la empresa limitará a 5 reenvíos. Sí, vas a poder reenviar un meme 5 veces nomás. Brillante medida de seguridad ¿no?
El límite existe desde hace unos meses: 20 reenvíos. Pero resulta que es muy franqueable, en un par de pasos vas a poder seguir reenviando, habría que probar si son igual de efectivos luego de estos cambios, pero por lógica deberían seguir funcionando.
Esto funciona así: cuando elegís cualquier elemento de tu teléfono (video, foto o documento) y pulsás en compartir, verás que cuando tapeás a la sexta integrante del envío aparece el mensajito del límite. Podés enviártelo a vos misma, pero eso no es de mucha utilidad.
En este contexto vale preguntarse algo. Tanto en Brasil como en la India las elecciones presidenciales se dirimieron en grupos de WhatsApp, esto último lo digo yo, viendo análisis en ambos países: la fuerza mayoritaria pasó de abrumadora ganadora a brillante perdedora, en cuestión de días, a partir de la difusión de estos mensajes de odio. ¿Cómo funciona? Bueno, si sos católica, te voy a mandar mensajitos en los que mi contrincante política está diciendo algo que te pueda generar odio en serio. En la India, por ejemplo, los materiales incluían a musulmanas comiendo carne de vaca y realizando distintos ritos religiosos con los que un sector de la población Hindú choca constantemente. El resto lo hacés vos, odiando.
Ahora… en Argentina, donde nos hicieron esto mismo pero al estilo Trump, los medios son colaboracionistas de los oficialismos que están destrozando las sociedades, esta medida resulta una imposibilidad para la viralización de denuncias. Santiago Maldonado, Lucía Perez, el #NIUNAMENOS o #MIRACOMONOSPONEMOS no tendrían lugar en WhatsApp, la principal de las redes sociales del país.
Sé que podemos seguir avisándonos por otras vías, pero el hecho de restar un canal tan fuerte a la comunicación popular, con el objetivo de que la red sólo pueda usarse para manipularnos políticamente bajo la voluntad de las dueñas de la corporación, da una pauta de cuál será el devenir de esta situación.
Por el momento la medida es de carácter permanente.
¿Qué hacer?
¡DEJÁ DE USAR WHATSAPP!
¿Qué usamos? ¡Telegram! ¡Signal! Hay miles de apps para este tipo de mensajería. Telegram es la más instalada. Probala, te va a sorprender cuántas de tus amigas ya la tienen instalada.
¡Happy Hacking!