Una app para amores efímeros en presente contínuo

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Esta debe ser una de las apps más difundidas de la historia, tiene entre 100 y 500 millones de instalaciones, y siempre fue una de las más comentadas. Cuando aparecieron los smartphones era una de las más comentadas. Muchas nos maravillábamos con que el teléfono pudiera hacer cosas como grabar videos o sacar fotos, editarlas, revisar redes sociales. Luego nos sorprendíamos además con que el aparatito lograba cosas tan bizarras como detectar metales o… averiguar qué canción estás escuchando.

Seguro te habrá pasado que una canción se presenta de golpe, tiene con vos el mejor sexo de tu vida, y sigue viaje, como si nada. Para nosotras fue la mejor canción de la historia, la queremos de nuevo, pero -no sin tristeza- sabemos que esa música que nos llena el alma y acabamos de conocer debe seguir su camino una vez que termine, lamentamos no poder retenerla mientras disfrutamos estar conociéndola y entregarnos a ella. En más de una ocasión me pasó de buscar desesperadamente algo para anotar una frase de la canción antes de que se vaya, pero también pasa que hay canciones a las que no podemos prestar atención, porque estamos desperdiciando la oportunidad de la felicidad extrema que produce una canción que sorprende, anotar es un acto racional que no nos podemos permitir, nos obliga a salir de la canción, a dejar de vivirla para escucharla y poder encontrárnosla nuevamente, más de una vez decidí que era mejor no volver a sentirme así y disfrutar ese momento, una especie de suicidio placentero. Pero también me pasó que muchas veces decidí dejar de sentir placer en ese momento y cambiarlo por sentirlo muchas veces y tomé nota, o traté de memorizar algo de la canción, pero en ocasiones había muchas letras que no entendía o canciones instrumentales que era imposible repetir.

En esas situaciones te invade la alegría melancólica de saber que nuevamente estamos ante un amor de un momento, que debemos dejar partir esa canción cuando termine. Esto ha pasado durante años en las calles, en las películas, en los cines, en las radios, las locutoras que anuncian o denuncian los títulos nunca fueron suficiente. Pero por suerte, producto de Shazam, la app de la que hablamos hoy, podemos volver a enamorarnos y seguir conociendo a quien sea que esté cantando esa canción.

Claro, al igual que tomar nota, requiere de desenamorarse por unos segundos para abrirla, pero una vez que lo hiciste, en sólo unos segundos podés dejar a la app escuchando y buscando y vos dedicarte nuevamente al placer.

Shazam es una app muy simple: cuando escuchás una canción y querés saber quién la canta, cuál es el título y datos similares, simplemente abrís la app, tocás el botón para que se ponga a escuchar, y esperás que te indique si la encontró o no.

La app toma un muestreo y lo coteja con una base de datos que no sólo se nutre de unas muy buenas programadoras, además lo hace de las búsquedas de todas las personas que la utilizamos. Las búsquedas se van almacenando en una línea de tiempo, un detalle que me parece destacable, pues hace que esos amores repentinos e intensos queden a nuestra disposición para más adelante.

En su última actualización (10 de diciembre) agregaron un botón titulado «reproducir todo» que permite escuchar entera las listas de canciones en Shazam e ir evaluándolas desde el mismo reproductor.

Shazam tiene un amplio abanico de funciones, si no la has probado, te invitamos a hacerlo y dedicarte a vivir sin melancolía esos momentos de amor profundo, irredento y abrupto que ya no tienen por qué no volver a suceder.

¡Happy Hacking!

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