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Un programa descentralizado para bajar toda la música que quieras

Imaginate que de pronto alguien necesita averiguar cuál es el entorno en le que te movés. No sé cuáles podrían ser los motivos, pero imaginate que alguien necesita hacerlo. ¿Qué es lo más simple y efectivo? Mirar tu perfil de Facebook. Imaginate que alguien necesita dejar a un país sin comunicaciones. ¿Qué es lo más simple y efectivo? Volar las centrales telefónicas y las proveedoras de Internet. Imaginate que alguien necesita que vos dejes de descargar música. ¿Qué es lo más simple y efectivo? Centralizarla y luego imponer las condiciones en las que podés reproducirla.

Hoy vamos a hablar de la última versión de Ares Galaxy, programa que cariñosamente mucha gente llama Ares, y que ha servido de puerta para una importantísima mayoría de la gente que comparte cultura. Si no lo conocés, te cuento que su uso es muy simple: sólo lo instalás, buscás algo y te lo bajás. ¡Listo!

Este programa nació allá por el 2002 y originalmente estuvo pensado para integrarlo en la red GNUTella pero más tarde -y todavía en 2002- optaron por iniciar su propia red descentralizada.

Los ejemplos de más arriba son ejemplos extremos de centralización. La diseminación de organizaciones en células tiene por ventaja que el hecho de que caiga alguna célula no afecta para nada a las otras que componen una red. Otras formas de organización (como el imperio Incaico), encuentran en la centralización su mayor enemiga, pues basta con sacar una o dos piezas para que se caiga todo. Partidos revolucionarios en el mundo, eligen estructuras celulares por eso mismo, y porque, los partidos que son verdaderamente revolucionarios, sólo pierden si pierden la organización, y no necesitan de centralismos ni personajes que ejerzan el liderazgo. Sólo hacen la revolución.

Descargar Ares

El hecho de que las redes p2p (punto a punto en inglés, por peer-to-peer) sean descentralizadas les ha servido para que nadie pueda tirarlas abajo. La red descentralizada por antonomasia es GNUTella, pero estas realmente andan muy bien y están llenas de contenidos. Mucha gente entiende que el Ares es un software por el que «entran» virus, esto se debe a que en su origen, las desarrolladoras incluyeron lo que en ese momento se llamaba adware (que exactamente igual a lo que hoy llamamos apps gratuitas, sobre todo en Android), pero tiempo después, tras comprender que se trataba de una medida antiética, lo removieron y actualmente se encuentra limpio.

Las buitres de la industria cultural internacional vienen luchando con éxito por imponer un modelo de negocios que termine con la costumbre de compartir cultura. Para esto nos han puesto a disposición todo lo que queramos, siempre y cuando no lo tengamos. Es decir: la tiranía del streaming quita todo el poder a las usuarias y se lo devuelve a las corporaciones. Una especie de ola que se acerca a la orilla, barre con todo, y vuelve a alisar la arena de la superficie, sólo que ese arena ya no es la misma, sino que es la que dejó la ola.

Este vuelco masivo al streaming ciertamente opaca las prácticas que sí se sostienen, por esto es que mucha gente se sorprende de que Ares «siga funcionado» y más todavía si lanza nuevas versiones. Pero a sorprenderse señoras que aquí traemos la versión 2.4.0 recién salidita del horno, ya que fue liberada ayer.

Ares Galaxy tiene una característica muy interesante y es que se compatible con el protocolo BitTorrent, lo que nos da acceso a una enorme cantidad de contenidos con unos simples clicks. Instalarlo es un poco volver en el tiempo, pero porque nada ha cambiado. Allí está su interfaz de siempre, los errores de traducción habituales, y hasta pesa sólo 14 megas. Parece de otra época y lo es, pero… ¿para qué modificar algo que está funcionando bien?

La velocidad de descarga en p2p siempre es inferior a la que se tiene en descarga directa, pero está íntimamente determinada por la cantidad de usuarias conectadas a la red y la cantidad de información que pongas a disposición para compartir. Esto significa, que cuantas más usuarias conectadas y más información compartas vos, más rápido vas a llegar al primer lugar de la cola para bajarte un archivo. Hay que decir que en redes como Ares Galaxy, debe descargarse con cuidado, ya que muchas inescrupulosas viven de colocar contenido con un nombre que no corresponde y eso lleva a que muchas abran archivos que no quieren abrir.

Con todo, Ares Galaxy sigue dando la guerra por el derecho de las personas a compartir cultura. Hoy, cuando el negocio es que nosotras NO tengamos nada para que NO podamos compartir, instalarte el Ares y dar rienda suelta al compartir, es obligación de quienes queremos un mundo en el que no sea ilegal la solidaridad.

Dale una probadita.

¡Happy Hacking!

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