«Robo» al hacker del cinematógrafo

Méliès, pionero del cine y los efectos especiales, fue un gran hacker destronado por un mundo que mercantilizó el arte y el genio.

George Méliès fue uno de los primeros magos del cine, tal como lo conocemos hoy; hasta que Edison y Pathe los dos monopolistas de la industria se quedaron con sus creaciones.

Cuando los hermanos Lumière crearon el cinematógrafo en 1895, basaron su espectáculo en imágenes cotidianas, la reproducción de la vida nuestra de cada día. Un mago, ilusionista y director de teatro; verá entonces en esa caja que proyectaba imágenes mudas un mundo a explorar, una caja de Pandora, que liberaba todos los mundos de nuestra imaginación.

Este hombre se llamaba George Méliès y regenteaba el teatro Robert Houdin de Paris. Primeramente intenta comprarle un aparato a los Hermanos Lumière, pero a pesar de su entusiasmo, solo encuentra la negativa.

Méliès hackeó un cinematógrafo para crear una cámara

Después de unas semanas; se entera que Robert W. Paul vende en Inglaterra un aparato similar, se dirige allí y lo compra. Como primer paso en el uso de este nuevo aparato incorpora esas proyecciones de actos cotidianos en sus obras de teatro. En aquellos tiempos compra las producciones norteamericanas de Edison y las inglesas de Paul, pero su interés no pasaba por la reproducción pasiva de imágenes cotidianas. Quería montar todo el espectáculo; transforma entonces el reproductor de Paul en una cámara y empieza a filmar. Sí; hackea el cinematógrafo de Paul y lo transforma en filmadora por ingeniería inversa.

Primero filmará sus obras en el teatro Houdin y montará sus obras sin actores; mostrando las primeras proyecciones de cine basado en relato; o sea el cine como lo conocemos hoy.

 

En una de sus exploraciones para filmar actos cotidianos en La Plaza de la Opera de París, se le traba la manivela de la cámara; entonces debe perder unos minutos destrabándola y continua filmando. Cuando ve el material se percata que de golpe su escenario cambia, muta como por arte de magia. El Genio de Méliès descubre entonces el primer truco cinematográfico: el paso de manivela o stop-trick.

Tras este acontecimiento fortuito, Méliès inicia una «serie de películas en las que filma los números de magia que se realizan en su teatro, aplicando trucos y soluciones técnicas propias del cine».

Méliès dejará boquiabierta a toda la gente que se acerca a su teatro a ver sus creaciones. En el «Hombre Orquesta» (L’homme-orchestre, 1900) Méliès se multiplicara por 7 y toca todos los instrumentos de un sexteto de viento y percusión. Esto lo hace con siete sobreimpresiones sobre fondo negro.
En el hombre de la cabeza de goma (L’Homme à la tête de caoutchouc, 1901) hincha su cabeza con la técnica de travelling de acercamiento (2)
Mi preferida es la cabeza saltando al ritmo de las notas en El melómano (Le Mélomane, 1903) un efecto de sobreimpresión sobre negro.

El de Méliès fue el tercer estudio de filmación construido mundialmente. El primero fue el realizado por Edison «The Black Marie» y el segundo es el de Montreuil; pero este tiene una serie de trampas para manejar la luz y montar los escenarios que solo veremos mucho después.

En esta caja de sorpresas , rodará Méliès cientos de películas, algunas tan ambiciosas como Viaje a la luna (2) (Le Voyage dans la Lune, 1902),20.000 leguas bajo el mar (Vingt mille lieues sous les mers, 1907) y ¡A la conquista del Polo! (À la Conquête du Pôle, 1912).

 

Todas ellas son muestras de un ilusionismo extremo; mostrando el increíble talento del emprendedor francés; pero son también jugadas fuertes a nivel económico para un estudio artesanal como Star Film; el nombre con que Méliès llamó a su productora. Ya en esa época las grandes sociedades empiezan a consolidarse bajo los nombres de Edison Co y Phate Fréres.

«La concepción del cine que adopta Méliès es puramente teatral. Sus películas están divididas en cuadros o escenas, los actores entran y salen por los laterales y su gesticulación es exagerada, y por supuesto, la cámara, inmóvil, está ubicada en un único punto de vista fijo ante el escenario. El elemento original lo aporta su autor, con esta extraña conjunción de elementos de la técnica fotográfica y de la teatral. Pese a todo, hay que considerar que aporta al cine la continuidad narrativa, creando a través de las escenas una relación argumental que hasta entonces apenas existía

En 1903 Méliès intenta entrar al mercado norteamericano pero la Edison Co a la que había encargado las copias para distribuir, patenta la película y distribuye las copias independientemente. Lo que supone una perdida gigantesca a Méliès que reclama judicialmente pero es desoído por la ley estadounidense beneficiando a Edison y sus malas prácticas. No es la primera vez que este «inventor» se hace con los inventos de otro y los patenta.

Por esto y su no comprensión del nuevo mundo capitalista financiero, Méliès entra en un proceso de endeudamiento que le llevará en 1911 a aceptar una ayuda financiera de Charles Pathé, poniendo como garantía su estudio y el teatro Robert Houdin. Con el estallido de la guerra, Méliès, completamente arruinado, desaparecerá y no volverá a saberse nada de él hasta 1928.  Cuando es descubierto por los surrealistas y homenajeado por el instituto de cine.

Méliès fue un gran hacker, un maestro del ilusionismo y el cine. Pero fue destronado por un mundo que mercantilizó el arte y el genio.

1) http://www.cinecropolis.com/notas/paren_la_manivela.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Georges_Méliès
2) http://es.wikipedia.org/wiki/Toma_(lenguaje_audiovisual)

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