¿Porque fracasó Hackuelas?

Conectar Igualdad

Hackuelas en sí no fracasó, sí el primer intento de llevarla a la práctica.

Hoy hace dos años que pusimos en práctica el PROYECTO HACKUELAS; en el colegio Agrotécnico Nº9 de Quimilí, donde fui a dar la charla sobre software libre y de cómo montar un servidor de GNU/Linux con Debian.

Desde que empezamos a tratar de instrumentar el Proyecto nos encontramos por un lado con el interés y el apoyo de su director Dario Sciangula y su asesor pedagógico Fabián Diaz. Por otro lado; con la no concreción de la red en la sala de computación, la falta de conexión al router de la escuela, el desinterés de las técnicas designadas por el programa Conectar-Igualdad para concretar las herramientas físicas para que las chicas puedan acceder a la red y a las herramientas pedagógicas libres; cosa que paradójicamente impulsa el programa Conectar-Igualdad y su principal referente Javier Castrillo, con el que he compartido discusiones en la lista de Gleducar.

http://www.conectarigualdad.gob.ar/sobre-el-programa/que-es-conectar/

Objetivos

Promover la igualdad de oportunidades a todos los jóvenes del país proporcionando un instrumento que permitirá achicar la brecha digital, además de incorporar y comprometer a las familias para que participen activamente.

Formar sujetos responsables, capaces de utilizar el conocimiento como herramienta para comprender y transformar constructivamente su entorno social, económico, ambiental y cultural y de situarse como participantes activos en un mundo en permanente cambio.

Desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación.
• Recuperar y valorizar la escuela pública.
• Reducir las brechas digitales, educativas y sociales, contribuyendo a mejorar los indicadores de desarrollo de nuestro país.
• Construir una política universal de inclusión digital de alcance federal, incorporando equipamiento tecnológico y conectividad.
• Garantizar la inclusión social y el acceso de todos a los mejores recursos tecnológicos y a la información.
• Impactar en la vida de las familias.
• Mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje a través de la modificación de las formas de trabajo en el aula y en la escuela.
• Acercamiento a los intereses, necesidades y demandas de los alumnos.
• Mejorar la calidad educativa de la educación secundaria, incentivando los procesos de transformación institucional, pedagógica y cultural necesarios para el mayor aprovechamiento de las TIC en las escuelas.
• Mejorar las trayectorias educativas de alumnos y alumnas.
• Dotar a los alumnos de mayores posibilidades de inserción laboral.
• Producir un cambio en las formas de comprender y relacionarse con el mundo.
• Promover el fortalecimiento de la formación de los docentes para el aprovechamiento de las TIC en el aula.

Cuando empezamos con el proyecto Hackuelas; fue porque en esta ciudad -Quimilí- parece que sólo poseen derechos a una educación aceptable las alumnas de la ex Mariano Moreno.
La educación en Quimilí es altamente deficiente. Condena al 90 % de las alumnas al fracaso, a la exclusión intelectual, al analfabetismo critico y al analfabetismo tecnológico.

Lo peor de todo es que sectores progresistas de la ciudad,  también mantienen esta situación, nadie intenta cambiarla, nadie intenta que las alumnas tengan un alto grado de alfabetización intelectual. Los índices de conocimiento matemático básico están por debajo del 20 %; los de lectura son aún más preocupantes y los tecnológicos están reservados a un par de comercios tecnológicos de conocimientos dudosos sobre tecnología, nulos en cuanto a hardware y software libre.

No existe una cultura de la crítica como herramienta de creación.

Tampoco es raro que una adolescente no sepa quién fue San Martín o que el Monumento a la Bandera esta en Buenos Aires (Puerto Madero).
No existe una cultura de la crítica como herramienta de creación. Existe sólo la cultura del lamento y del «qué me importa». Como anécdota podemos citar lo que nos sucedió con la técnica de Conectar Igualdad -que por otra parte posee un negocio de informática basado en productos privativos- en Octubre de 2012.

“Hace 2 clases que me encuentro con la clase programada vacía porque a pesar de los esfuerzos de Fabián Diaz, alguien de la estructura escolar avisa a los alumnos que tienen hora libre en ese espacio. Es extraño que esto suceda después de que en la cuarta clase las alumnas plantearan a la escuela que necesitaban mejorar sus conocimientos.
La persona que hace esto sin fijarse en el cuaderno de comunicaciones interna, ni en el pizarrón de alumnado, ni confirmando con Fabián; no piensa y evidentemente no registra el daño que causa a las alumnas, condenándolas a una mayor exclusión. Reproduciendo un mecanismo de exclusión, donde prima el para qué perder el tiempo dando conocimientos nuevos a chicas que van a ser “capacheros” (ayudantes de albañil)  o “alambreadoras”. Sin pensar, que tal vez esos mismas chicas pudiesen ser administradoras de sistemas (de verdad y no de chapuza como evidentemente son la mayoría aquí); ser programadoras, médicas comunitarias, que impidan la muerte por infección intrahospitalaria y desinterés.

Tener un futuro distinto al de obedecer o vender su fuerza de trabajo al precio de la patrona. Eso es lo importante.

Pensar en mi tiempo donado a ese objetivo ya seria demasiado.

Cada vez me he encontrado con más limitaciones técnicas, a pesar de que Dario y Fabián han dado expresas instrucciones de solucionarlas. Las técnicas en tres meses no han solucionado nada. Hoy le pido a la “técnica” quimilense, propietaria de uno de los comercios del lugar que vende sólo Windows y no sabe ni con que se come el software libre; que libere una clave administrativa, para poder puentear con mi propio cable y switch al router para conectar a internet y acceder a la base pedagógica en la nube. Ella contesta muy suelta de cuerpo “no sé”. Entonces le reclamo el cable de red mal armado,  ella también niega haberlo armado y que «no hay conectores” (fichas RJ45)
Igual había contestado la primera vez. Que ella ni siquiera conocía la sala Mi Pc y no podía hacer nada.
Eso sí a Facebook no tardó en enviar su malestar, desde su celular, a los 5 minutos de que  me retirara”.

El anterior análisis lo hice yo en aquel Octubre donde podemos decir se terminaron siete meses de trabajo directo y dos años de preparación previa. Ahora porque ¿fracasó PROYECTO HACKUELAS?.

Primero y fundamentalmente por nuestra falta de tacto para movernos en un ámbito muy burocratizado como el docente; y un planteo original equivocado. No debíamos iniciar nuestra participación operando directamente sobre las chicas. Eso provocó que chocáramos con sus limitaciones y que ellas tomaran conciencia de esas limitaciones de la peor manera. Queriendo hacer y no pudiéndolo.

Debemos ayudar a romper el esquema educativo donde una piensa y la otra aprende-memoriza

El proceso debería ser más progresivo y comenzar por el docente propiamente dicho. Iniciar una serie de cursos en autoformación, desarrollo colaborativo, meritocracia y comunismo de pares (a la que vaya a hablar de bolchevismo por favor absténgase), democracia directa y fundamentalmente conocimiento-rizoma. O sea: sentar las bases de un conocimiento libre y comunitario; que pueda abordar desde esas normas éticas el abordaje del software y la cultura libre, como bases de la creatividad y del bagaje de herramientas criticas para analizar sus necesidades y las necesidades de su comunidad. Recién aquí acompañar el abordaje de los docentes para bajar esta metodología que rompe con el “aula magna” donde una y sola una enseña; y las que escuchan aprenden-memorizan.

La cognitividad del la pedagogía actual pasa por la capacidad de adaptar la experiencia (memoria) del ser humana; mientras en este modelo basamos el conocimiento en la experiencia práctica, la asamblea colaborativa o foro y en la innovación permanente.

Creemos que la capacidad del ser humana más importante es la mutación. Convertir herramientas pensadas para determinadas tareas en otras más practicas para otras tareas. Que la forma del pensamiento más maravillosa del ser humana es no encontrar una solución a un problema; sino sus variantes más productivas e ingeniosas.

Como esa pared que habían decidido voltear y un grupo de artistas pintaron un mural, levantaron otra en paralelo y rellenándolo con tierra hicieron una plaza-terraza-paseo frente a un hospital. De esa forma un lugar que muchas veces no es un lugar grato; se llenó de risas en el horario que las chicas iban a la plaza y de dulces aromas a la mañana. Mi abuela murió en aquel hospital y me dijo antes de dejarme, «ves a aquel viejo, es el artista; ve y preguntale ¿Porque lo hace?»
Fuí y al preguntarle el me dio un pincel y me instó a pintar una parte de la pared. Cuando terminé y le devolví el pincel, le recordé mi pregunta y el simplemente me contesto: Por la oportunidad de aprender tu trazo…
Eso es Hackuelas.
Aprender el trazo de la otra.
Por eso soy una hacker y me junto con otras hackers.
Aprender el trazo de la otra.
Y ese fue nuestro error más grande: ir a enseñar NUESTRO trazo.

Salir de la versión móvil