Si alguna vez intentaste imprimir fotos desde tu computadora, es muy probable que te hayas sorprendido, si no decepcionado, por la forma en que salieron. Veamos dónde está el problema y por qué las fotos a veces se ven diferentes cuando las imprime.
¿Qué fotos estás imprimiendo?
El primer lugar en el que algo puede salir mal es con las fotos que querés imprimir. Para lograr buenos resultados necesitás usar archivos originales en alta resolución. Las fotos que salen de tu teléfono están bien, pero las versiones que has subido a Facebook o Instagram no lo están: las redes (WhatsApp también) comprimen y reducen el tamaño de las imágenes de manera agresiva.
En mi prueba, donde cargué un archivo de alta resolución (2.7MB, 5166 × 3444 píxeles) en Facebook y lo posteé derechito a mi muro, terminé con un archivo de 74kb, 960 × 640 píxeles. Ese archivo tiene solo el 2,7% de los datos de la imagen original. Apenas se ve bien en mi pantalla, por lo que no hay forma de que se vea bien impreso. O al menos, impreso en cualquier tamaño mayor a 3 “por 2”.
Si querés imprimir una foto en la que alguien te haya etiquetado, lo mejor es pedirle a tu amiga que te envíe el original de alta resolución. Si la foto es tuya, buscá el original e imprimilo. Es la única de obtener una buena impresión.
¿Qué tan brillante es tu pantalla?
Un problema muy común con las imágenes impresas es que, en comparación con la foto en pantalla, se ven realmente oscuras y monótonas. Esto se debe a que las pantallas y las imágenes impresas son cosas fundamentalmente diferentes: una pantalla muestra imágenes emitiendo luz directamente mientras que una impresión refleja la luz ambiente.
Dado que una pantalla es en sí misma una fuente de luz, las imágenes casi siempre se ven mucho más brillantes, con colores más vivos, en la pantalla que cuando se imprimen. La mayoría de las personas tienen el brillo y la saturación demasiado alto. Acordate de que tu pantalla sólo muestra los datos de la imagen subyacente: si tu pantalla es brillante, hace que la imagen se vea brillante, pero no significa necesariamente que la imagen sea brillante en el archivo original.
Convertir eso en una impresión es uno de los grandes desafíos de la impresión fotográfica de alta calidad. Se necesita tiempo y aprender de tus errores para hacerlo bien. Yo soy bastante horrible en eso. Algunas cosas que podés hacer son:
- Calibrá tu monitor para obtener colores más precisos.
Disminuí el brillo de la pantalla.
Usá el histograma mientras editás para tener una mejor idea de cómo son las sombras y resaltes.
La impresora
Incluso si tenés todo configurado perfectamente en tu computadora, si tu impresora no está a la altura del trabajo, no tendrás buenas impresiones. La mayoría de las impresoras de inyección de tinta o láser estándar no están diseñadas para imprimir fotografías de alta calidad. Andan bien si querés imprimir algunas diapositivas de Powerpoint, pero no para algo que realmente puedas poner en tu casa (física).
El primer paso es encontrar una impresora que realmente esté a la altura del trabajo. Podés encontrar buenas impresoras fotográficas. Pero la cosa sigue: vas a necesitar papel fotográfico de alta calidad, ya que marca la diferencia. El último paso es asegurarte de que tu impresora esté configurada correctamente con los controladores y los perfiles de color adecuados.
Si todo esto suena demasiado, podés ir a que alguien te las imprima, eso es lo más cómodo, salvo que vayas a imprimir asiduamente, tal vez hasta sea lo más conveniente.
La impresión “profesional” es una categoría bastante grande y abarca toda una gama de terribles a increíbles. En el extremo terrible, tenés malas casas de ijmpresión que simplemente imprimirán cualquier archivo que les entregues. En el extremo increíble, hay maestras artesanas que imprimirán, enmarcarán y montarán un panorama de cinco pies por unos miles. Como dije, el rango es amplio.
Si alguien imprimió sus fotos hacia el extremo inferior del rango, o está usando una impresora matricial (la de los tickets), entonces es puede esperar que las impresiones sean pedorras. Lo que hay que hacer es mirar las impresiones, evaluar qué hay de malo en ellas, y luego hacer las modificaciones a los archivos originales e imprimirlas de nuevo. Si las fotos son demasiado oscuras, aumentar el brillo. Si se ven amarillas, arreglar el balance de blancos.
También, si vas a una casa profesional, podés pedir que te preparen las fotos para lograr mejores resultados.
El mejor punto medio es ir a una casa de cámaras que también imprima fotos. La gente que trabaja allí va estar bien informada y dispuesta a ayudar u ofrecer asesoramiento.
El top 6 para lograr mejores fotos:
- Usá fotos originales en alta calidad.
Asegurate de que tu monitor no sea demasiado brillante ni demasiado saturado.
Si buscás seriedad, calibrá tu monitor.
Editá las imágenes usando el histograma.
Buscá una buena imprenta o casa de fotografía que imprima.
Pedí pruebas y pedí corregir lo que no te guste.