Similar a los servicios meteorológicos, computadoras, tablets y teléfonos nunca le pegan al pronóstico cuántas horas de batería te quedan realmente. El estimativo incluso puede variar entre minutos y horas sin mucho argumento o todavía peor: el teléfono directamente te avisa que se apaga (o ni lo hace). ¿Por qué sucede esto?
Tu dispositivo se basa en el uso actual al momento de mostrarte el estimativo.
La batería de tu teléfono baja abruptamente cuando lo ponés a hacer actividades que le requieran algún tipo de esfuerzo. Tu computadora puede monitorear cuán rápido se está gastándola batería durante un determinado período de tiempo y hacer un informe estimativo de lo que todavía queda. Incluso si tenés el 100% de tu batería a disposición vas a ver que el número de horas varía abruptamente dependiendo de en qué esté trabajando tu máquina en ese momento y qué ‘esfuerzo’ le de mande.
Por ejemplo, una computadora podría estimar que le quedan 10 horas de batería si bajás el brillo del monitor y te ponés a navegar, pero si en ese mismo momento abrís algún juego que aproveche más duramente los recursos del hardware esa carga puede reducirse de 10 a 2 horas (o minutos).
Se trata sólo de una predicción. Si ves el estimativo de pérdida, podés hacer durar más la batería aminorando la exigencia, no vas a lograr una larga duración si estrujás un dispositivo a al mango. Este estimativo también fluctúa basándose en las tareas que está realizando tu dispositivo. Por ejemplo, Window$, que cada vez que puede te clava entre 1 y 1000 actualizaciones, consume en esta tarea una importante cantidad de recursos de hardware y drena tu batería de una forma más rápida. Incluso existen webs que demandan recursos de hardware que harán variar la predicción del software de monitoreo de autonomía energética del aparato.
En otras palabras: tu dispositivo hace un estimativo de cuánta batería le queda tomando como variable el consumo de los últimos minutos del aparato en cuestión. Imaginate que un software no tiene forma de predecir el futuro: sólo te indica cuántos minutos más de uso tenés si seguís haciendo lo mismo que estás haciendo al momento de mirar el estimativo.
Las baterías sufren el consumo y las descargas, esto disminuye su duración ya que cada descarga las va ‘desgastando’ -con diferencias entre diferentes baterías y diferentes usos- por lo que el hardware que monitorea la capacidad de la batería tiene todavía menos lugares desde los que obtener información precisa, ya que la batería que escaneó ayer no tiene el mismo desgaste que la de hoy y lo estimativos tienden a variar todavía más.
Algunos dispositivos, por otra parte, son mucho mejores ‘comprendiendo’ cuánta batería les queda. Las baterías que incorporan monitores son mucho más precisas para leerse a sí mismas que el sistema operativo con el que ellas se comunican. Pero también puede suceder que necesites calibrar la batería en caso de que tu dispositivo se apague cuando el sistema muestra que le queda 20% o un porcentaje similar. En esos casos estamos ante un error de comunicación más grosero que los milisegundos.
Existen varias formas de recalibrar, una forma es vaciar la batería completamente antes de volver a cargarla al máximo de su capacidad. Esto no hará que tu batería dure menos (esto sucedía con otras tecnologías del rubro y no con las actuales), sino que permitirá al hardware ‘entender’ mejor cuánta capacidad de carga tiene la batería y recalibrar todo para lograr una lectura y estimativo más precisas.
Podés chequear la salud y capacidad de tu batería en cualquier dispositivo. En Window$ con un par de clics podés generar reportes del estado de la batería que van a mostrarte la capacidad con que fue diseñada la batería y que tenía cuando llegó de la fábrica y de la capacidad máxima de carga que tu batería tiene actualmente. La capacidad actual será siempre menor que la original y que la capacidad con que fue diseñada, no te asustes.
En Mac, con presionar y sostener la tecla opciones aparecerá el menú de batería. Allí vas a ver un apartado de ‘condición’ donde se estima la condición de tu batería. Si es normal, estás bien. Si dice ‘reemplazar pronto’ o ‘reemplazar ahora’ la batería ya se quiere jubilar. En sistemas operativos, como es el caso de GNU/Linux, basta también con un click, pero existe una enorme diversidad de software para estas mediciones al que podés acceder de los repositorios. En sistemas móviles como Android basta con un par de apps.
Concluyendo: como el software no tiene capacidad de predecir el futuro sino de estimar el consumo en base al consumo promedio y del momento respecto del uso en que das al momento de leer la estadística, no tiene condiciones para determinar con mayor precisión el estimativo, simplemente porque este dato es futurología: se proyecta cuánto dura la batería en caso de que sigas usando el aparato de la forma en que lo usás al momento de consultar.
¡A divertirse!