En la actualidad existe una para nada despreciable porción de Smart TV que tienen precios bastante más bajos que los demás. ¿Por qué? No vas a encontrar la respuesta en la mentada competitividad del capitalismo (algo que ninguna capitalista parece realmente ejercer) sino en tus datos: aunque no parece que exista tal lugar, el trackeo es algo que llega más allá de tu celular y alcanza a los televisores. Sí, las marcas recopilan información de las usuarias y se los venden a terceras. Hoy la producción de contenidos está 100% enfocada en la permanencia de las usuarias. Las redes antisociales, no quieren que salgas, y se esfuerzan a niveles astronómicos por generarte una ‘buena’ experiencia de usuaria (vaya a saber una de qué manera puede ser bueno que alguien se lleve todos tus hábitos de consumo para vendérselos a una proveedora de TV para que determine con ellos su grilla o a Sprayette para ver cuáles productos interesan más a qué audiencias con el objetivo de reducir su pauta y aumentar los beneficios. Sí, lo mismo que la Internet de superficie, cuyo acceso también pagás, además del equipo. ¿Es igual?
Bill Baxter, director de tecnología de Vizio (una fabricante de Sart TV ‘baratos’) participó de un podcast para The Verge. Se trata de una ejecutiva reconocida por su capacidad de traficar datos “Esta es una industria despiadada. Es una industria con un margen del 6%. La estrategia principal es que realmente no necesito ganar dinero con la venta del televisor. Solo necesito cubrir mis costos” aseguró. Estos equipos pueden venderse con un precio bastante menor al que otros y que la empresa obtiene ingresos de forma posterior a la venta y no con el equipo. Sí, te dan una trampa para ratas con forma de TV: “No se trata solo de la recopilación de datos. Se trata de la monetización posterior a la compra del televisor” agrega con descaro refiriéndose a la venta de entretenimiento directo (ej: películas o series) y publicidad, además de la recopilación de información.
La recopilación de datos incluye cualquier tipo de programa visto, publicidad, ubicación de uso y el temido apartado de ‘otros’ donde cabe todo lo que no nos dicen, porque lo de más arriba lo dijeron en un podcst en uno de los sitios tecnológicos más visitados del mundo. Lo curioso es que a pocas personas les resulta sorprendente que su televisor las espíe, porque ya tienen naturalizado el proceso de su experiencia con sus smartphones. Vizio ya fue condenada en EEUU por ‘espiar y vender información de sus clientas’ de manera ‘irregular’ (¡NO EXISTE REGULARIDAD PARA LA TRATA DIGITAL DE PERSONAS!). Los datos de usuaria son personales o profesionales y resultan de enorme utilidad para definir una grilla de contenido basada en intereses con el objetivo de que permanezcas más tiempo frente al televisor y de esta manera irradiarte con más publicidad, que está basada en tus hábitos de consumo. No se trata sólo de Vizio, TCL es otra de las empresas señaladas por esta práctica.
Es tiempo de reclamar mayor transparencia a las empresas el dinero que obtienen con nuestra información (y sin nuestro consentimiento), quemar sus aparatos espía y dejar de comprar sus productos. A fin de cuentas, hay pocos equipos menos necesarios que un televisor. Las personas somos las dueñas de nuestros datos y no tenemos ni por asomo la más mínima idea de qué se recolecta, cómo es utilizado ni con qué fines. No sabemos quiénes los compran, no sabemos a cuanto, y tampoco cobramos por ello. Hemos dicho que la información vinculada a lo identitario de una persona (todo eso que hace que vos, sos vos y no otra persona) lo sostenemos y pedimos más: hay que multar a las empresas que recolecte información, sin importar qué destino le den, ya que no existe -ni es posible- el ‘buen uso’ de la manipulación.