El universo de la realidad aumentada es uno que me resulta más que interesante. Una rara mezcla de fantasía futurista y actualidad, de la peor pesadilla del control social y la mejor de los avances en tecnologías. Es extraña porque el cúmulo de actividades y usos posibles de este concepto y su repercusión a nivel social son tan enormemente positivos como negativos. La realidad aumentada nos enfrenta a comprender que la tecnología no es más que una herramienta, que a posteriori de una carga ideológica termina siendo útil a un determinado postulado.
Así es como las Google Glass son la mejor puerta a la invasión total de nuestras vidas, a la venta de nuestra cotidianeidad, ya no de nuestra intimidad, la venta de nuestra vida diaria. Pero al mismo tiempo tecnologías como esa podrían colaborar con reducir accidentes de tránsito implementando distintas campañas e informaciones útiles para conductores que las utilicen. Google y otras fabricantes de este tipo de gadgets tienen en sus manos la posibilidad de dar vida o venderla. En otros tiempos podríamos haber dicho “quitarla”, pero lo cierto es que el nivel de sadismo con que las corporaciones actúan a diario permite que afirmaciones del tipo “nos tienen vivas porque compramos y somos serviles a sus ganancias” no sean descabelladas. Claro, no sé de ningún grupo de matonas al servicio de Google, no me malinterpretes.
Una definición menos subjetiva del concepto es el que nos da la Wikipedia: “La realidad aumentada (RA) es el término que se usa para definir una visión a través de un dispositivo tecnológico, directa o indirecta, de un entorno físico del mundo real, cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta en tiempo real. Consiste en un conjunto de dispositivos que añaden información virtual a la información física ya existente, es decir, añadir una parte sintética virtual a lo real. Esta es la principal diferencia con la realidad virtual, puesto que no sustituye la realidad física, sino que sobreimprime los datos informáticos al mundo real”.
Lo cierto es que mañana tiene lugar en Mendoza una charla imperdible de la mano de Birago Jones, fundadora y presidente de la asociación LabAlumni MIT Mediak, quien aporta años de experiencia tanto en el desarrollo como en la experiencia de usuaria en la temática.
La charla es llevada adelante por Jefe Codiguero una iniciativa de Intelifaz cuyo objetivo es devolver a la comunidad de desarrolladoras “quienes son la base de nuestro crecimiento y éxito, apoyando y organizando iniciativas de programas de su interés y beneficio”.
Desde Tribuna Hacker te invitamos a conocer a una de las principales figuras entorno del concepto, de manera gratuita.
Para participar sólo tenés que registrarte en este enlace.
Podés encontrar más información en Jefe Codiguero.