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Google contra los sitios que permiten descargar de YouTube

Desde hace varios meses venimos denunciando a viva voz cómo se está instrumentando un plan para evitar que las usuarias compartamos cultura. Una de las principales agentes de esta búsqueda, inesperadamente, es Spotify que despliega sus tentáculos al infinito con un servicio dedicado fundamentalmente a que las usuarias no tengamos poder sobre la música que escuchamos, y sobre eso, montar un negocio. Si te ponés a pensarlo: es exactamente lo que hacen las discográficas. A esto se suma Google, que está preocupada porque las usuarias descargan y comparten su material para reproducirlo fuera de los tentáculos de su plataforma.

Tal vez el escenario sea peor de lo que hoy suena y la lucha de las empresas contra las personas a las que quieren estrujar, se transforme en la lucha por la reproducción. Esa es una batalla que en ciertos terrenos está perdida, pero en otros todavía muy vigente. El conflicto del DRM -un candado hecho con software- está minando entornos en la actualidad, pero en otros terrenos como el musical han fracasado hace ya un par de años.

La descripción anterior no asombrará a nadie, porque es casi una enumeración de situaciones, pero lo novedoso es la reciente preocupación de Google por impedir que las usuarias puedan descargar. Si lo pensás, YouTube almacena material oficial, pero la mayoría de lo que se puede encontrar ha sido subido allí por las usuarias. ¿Por qué querría Google que no lo bajen? La respuesta tal vez sea simple: si la gente no necesita YouTube para ver el material que está allí, Google no puede vender sus identidades y en consecuencia pierde el poderío que brinda centrar el entretenimiento en la actualidad y los ingresos que generan tanto el poderío como la venta de la identidad de las personas, motor principal de la economía de la gigante de las búsquedas.

Las usuarias de YouTube están encontrando -y/o desarrollando- cada vez más herramientas para descargar vídeos o convertirlos en audio. Lo único necesario para eso es poder tener acceso a ellos, algo de lo que se ocupa la propia YouTube: basta con copiar y pegar un enlace. Para esto existen muchísimos sitios y programas. TubeNinja es uno de los miles que existen, pero recientemente llamó la atención de las abogadas de la corporación de Mountain View, que enviaron al portal de descargas un aviso legal intimándolas a cesar con las actividades en las que se relacionan las dos empresas (una poniendo material, la otra permitiendo descargarlo).

TorrentFreak https://torrentfreak.com/youtube-threatens-legal-action-video-downloader-160530/ subió una copia del documento en la que YouTube acusa a TubeNinja de violar sus términos de servicio y su API, ya que se prohíbe la descarga de cualquier vídeo que no contenga específicamente un enlace de descarga en la propia publicación. Como era de esperar todo queda en que si no cierran su empresa, Google se encargará de demandarlas.

Lo interesante es que TubeNinja parece no estar asustada y sus administradoras aseguran no estar violando los términos de YouTube ya que no usan en absoluto su API y agregan que estos términos dejan en claro que las usuarias tienen completa responsabilidad sobre cómo usan la herramienta para descargar videos. Como cereza del postre, desde el portal de descargas chicanean a la multinacional de la trata digital de personas indicándole que debería prestar más atención a sus servicios, especialmente a la Chrome Webstore, que está plagada de extensiones que permiten a las usuarias hacer exactamente lo mismo. Algo que resulta genial, ya que tácitamente la empresa está avalando esta práctica permitiendo que ese software se encuentre en sus repositorios. Claro, además destacaron que no son el único sitio que brinda esta posibilidad.

Así es que aunque Google lo exija, TubeNinja no dejará de operar y, según cuentan las titulares del sitio de descarga, además enfrentará cualquier acción legal que tomen en su contra las tenientes de la trata digital de personas o sus representantes.

En 2012 Google ya había iniciado acciones contra un sitio similar (Youtube-MP3.com) que en la actualidad sigue operando. En fin, un conflicto que sólo empieza, pero una lid y una arena que asoman un presente muy distinto al que ululan las cómplices del encarcelamiento cultural como Spotify y afines.

Desde aquí, como siempre, te invitamos a subir a la red toda la música que tengas y compartir los enlaces, una de las formas de garantizar que no nos quiten el poder de la reproducción y el deleite cultural en tiempos digitales.

¡Happy Hacking!

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