Las criptomonedas, sin haber logrado la masificación ni despertar del todo confianza del todo dentro del globo, han generado una revolución poniendo al alcance de cualquier sociedad del mundo la posibilidad de una moneda descentralizada, social, transable, fácilmente acumulable y segura.
Las blockchain sobre las que se basan -una concatenación global de computadoras en las que está almacenada la información de las monedas- aportan verdaderos beneficios a las economías del globo y sus usuarias. Reducen el costo de las transacciones ya que no hay intermediación, reducen los tiempos, más allá de que los pagos en internet sean rápidos, las liquidaciones entre las partes llevan su tiempo y la vendedora recibe el importe días después del pago. Con las criptomonedas el tiempo se reduce a minutos. Además de esto elimina la necesidad de usar agentes financieras para realizar transacciones.
Surgieron allá por 1983, de la mano de David Chaum, una criptógrafa que concibió un sistema criptográfico llamado eCash. Años luego, en 1995, surgió DigiCash, que utilizaba la criptografía para anonimizar las transacciones de dinero, aunque por el momento la emisión y la liquidación fuera centralizado.
Las criptomonedas saltaron al estrellato producto de la volatilidad del Bitcoin, que comenzó costando u$d0,003 en 2008 y tocó su ATH (el valor máximo obtenido hasta el momento) en 2017 con un valor de u$s20.000. Como dato curioso, la primera compra con bitcoins que se hizo fue una pizza, transada en 10.000 BTC, lo que la transforma en la pizza más cara de la historia: las monedas que recibió la pizzería hoy tienen un valor de u$s80.410.600, lo que en pesos argentinos es todavía más simpático porque alcanza los $4.688.830.537. Es decir que Argentina se endeudó a 100 años durante el gobierno de Macri, por el costo de una pizza en Bitcoin.
Existe una enorme cantidad de información disponible en la web y diferentes formas de adquirir estas monedas. Pueden comprarse, recibirse o minarse. Lo primero es igual que cualquier compra de moneda, lo segundo es simplemente aceptarlo como forma de pago -por ejemplo: dar a tus clientas la posibilidad de pagarte por tu trabajo en Bitcoin- mientras que lo tercero es la forma de recompensar que tiene el sistema, a las usuarias de globo que proporcionan el hardware y el mantenimiento que requiere la red blockchain que hace posibles las operaciones.
La mayoría de las usuarias del globo opta por comprar bitcoin y para esto se recurre tanto a personas que poseen estas monedas y están interesadas en venderlas, como a agentes de venta de estas criptomonedas, lo mismo que una casa de cambio, pero de criptomonedas. Este tipo de tiendas son muy interesantes ya que aportan un respaldo a las transacciones y algunas además sirven para alojar tus monedas, pero es muy importante que esas compras se hagan en sitios de confianza. Para esto es fundamental leer atentamente y no confiar en sistemas que prometen mucho éxito en poco tiempo -porque no hay nada garantizado en este aspecto- o que permiten comprar grandes sumas de dinero sin consultar por el origen de esos fondos.
En ese sentido, si te estás preguntando dónde comprar criptomonedas, te recomendamos que prestes atención a las empresas que brindan garantías. Webs como Coinmotion, cuentan con licencia de Medios de Pago y eso las hace muy recomendables. Coinmotion es un buen ejemplo en este caso también, producto de que fue una de las primeras empresas de criptomonedas en Europa en obtener una. Este tipo de licencias se otorga por un ente público y demuestra que el emprendimiento ha superado los controles de seguridad que establece cada país para este tipo de comercio.