Los smartphones son pequeñas computadoras que además nos permiten hablar por teléfono. Es curioso que actualmente lo más importante de nuestros teléfonos no sea utilizarlos para hablar, sino para jugar, distendernos, mejorar nuestros conocimientos, enviar y recibir fotos y el sin fin de actividades que se realizan cada día con ellos.
Pero cuando ponemos el tipo de hardware de los smartphones al servicio de la enorme rama de actividades para las que están pensados y lo combinamos con grandes pantallas, tenemos un mal resultado: una bajísima autonomía de la batería.
Ayer una amiga me mostraba su Samsung S3, un bodoque que recuerda más al ladrillo de los 90 que a un celular y le comentaba de cierto chiste geek, una noticia de 2016, donde se informa que una persona murió aplastada por un Galaxy S16. Es curioso cómo el mundo de estos aparatos migró a su contradicción: de buscar el teléfono más pequeño del universo, a estar comercializando -además a los precios que se lo hace- aparatos que producto de su tamaño son incluso complicados de agarrar, y que fácilmente pueden utilizarse para defensa personal.
Esto de los tamaños, las funcionalidades, las pantallas y demás, hace que todo repercuta en el peso, y se economiza peso restando batería.
Cómo reducir el consumo de batería
Esto de los tamaños, las funcionalidades, las pantallas y demás, hace que todo repercuta en el peso, y la principal forma de moderar el peso de un teléfono es a través de la batería, algo que repercute duramente en nuestras vidas creando una máxima: una batería de smartphone raramente dura más de un día y medio. Así que hoy te contamos algunos tips para reducir el consumo, que tal vez hagan que una carga te dure ya no un día y medio, sino un día y tres cuartos.
Pantalla
Una de las funciones que más batería consume es la pantalla del celular, tené en cuenta además que una pantalla grande significa también mayor consumo que otros teléfonos. Por desgracia no podemos dejar de usarla, en algunos aparatos sí, pero el teléfono es más complicado de usar y además, no podremos utilizar todas sus funciones. Por lo que te recomiendo disminuir el brillo de la pantalla al mínimo -con la advertencia de que esto hace que sea muy difícil discernir qué hay en la pantalla cuando estamos al sol- además de disminuir al mínimo el tiempo que la pantalla permanece prendida antes de entrar en reposo. Esto último también tiene una desventaja: dificulta mucho la velocidad de respuesta pues hay que prender la pantalla y desbloquear cada vez que queremos utilizar el teléfono. Pero es cuestión de acostumbrarse.
Varios Android tienen una función de brillo automático, pero he visto una enorme cantidad de teléfonos en los que esta función dificulta muchísimo el uso, pues no siempre responde como debería, lo que en muchos casos aumenta el consumo resultando contraproducente.
Redes móviles y WiFi
Esto es algo que pude ver muy claro en un Motorola Dext y que aplico a diario en el teléfono que tengo actualmente: el 3g, EDGE o la red móvil que utilices, consume infinitamente más batería que una conexión WiFi. Al respecto tengo una teoría: las redes móviles en nuestro país son un desastre y nuestro teléfono en lugar de estar todo el tiempo conectado está todo el tiempo buscándolas, esto,, de ser así, podría aumentar el consumo de batería enormemente. La solución con el Dext fue utilizar conexiones WiFi siempre que estuvieran disponibles. Es algo que puede resultar tedioso, pero para esto podés usar aplicaciones como Llama, que permiten indicarle al teléfono qué hacer en determinadas zonas geográficas, lo que facilitaría la tarea de “cuando estoy en mi casa (o el trabajo, o cualquier lugar que le indiques), desconectá las redes móviles y conectá el WiFi”.
Hay quienes dicen que las redes 2G consumen menos batería que las 3G o 4G, yo no lo he estudiado mucho, sería lógico que fuera así, pero lo menciono porque también es una recomendación a tener en cuenta, aunque con una importante merma en la velocidad de navegación y descarga de datos.
Monitoreo y conclusiones
Como quienes usamos un smartphone lo miramos en promedio unas 5 veces por hora, podemos instalar un analizador de uso de la batería, que nos permita ver cómo se va gastando, notar en qué momentos el consumo aumenta y analizar qué usos del teléfono derivan en una menor autonomía. Los monitores de consumo de batería nos permiten además tomar más conciencia al respecto. Los Android cuentan con esta función, para lo que basta ingresar en el sector de ajustes del teléfono e ir al apartado de batería donde podremos ver el porcentaje de batería restante, el tiempo de uso del teléfono desde la última vez que lo cargaste además de una lista del software que está corriendo junto a un porcentaje que nos indica qué participación tuvo cada función en el consumo.
Si te gustaría contar con un detalle más pormenorizado del consumo, podés instalar alguna app para esto, una muy buena es GSam Bettery Monitor, aunque claro, más apps siempre significan más consumo. Podés encontrarlo aquí.
Existen otras cuestiones a tener en cuenta, como el GPS, Bluetooth, la cantidad de aplicaciones activas -en primer o segundo plano, estas últimas más todavía- que van a repercutir seriamente en el consumo. Llama es una aplicación que va a servir para muchas de estas funciones, es realmente impresionante, con la desventaja de que requiere tener el GPS corriendo el 100% del tiempo, pero como el consumo es una balanza, podés probarlo durante algunos días y ver si una configuración resulta en mejor autonomía aunque tengas que tener el GPS prendido.
Para finalizar, te cuento que una de las mejores formas de disminuir al mínimo el consumo de batería es acostumbrándote a ponerlo en modo avión cada vez que no lo utilices. Me refiero a lugares como el auto, o en clases, y lugares similares donde no es recomendable utilizar el teléfono o estar pendiente de él.
¡Happy Hacking!