Splinternet: ¿Qué tendrá Tik Tok que no tenga yo?

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Descargar Tik Tok es furor entre las usuarias por varias razones, muchas son súper conocidas como los factores etários, el de la novedad, y otras cuestiones más genéricas a la hora de los éxodos o migraciones entre plataformas de interacción social. Si nos ponemos subrepticias, podríamos plantearnos que la principal razón es que invirtió el concepto de masividad en Internet. La gente que hasta ahora viene manejando el diseño y la arquitectura de las redes antisociales, no carece de cultura ni deja de imponer valores simbólicos, que pueden no coincidir del todo con el de las masas, e imponerse de mano de las clases dominantes, más afines a esas culturas.

Con esto digo, que los vectores culturales presentes en las apps, tienen una matriz de formación sajona, que si bien puede resolver ciertas búsquedas de las usuarias, no empatiza con ellas y eso hace que no funcionen del todo, pero como esas concepciones son las que guían el algoritmo que posiciona los contenidos, y este mismo algoritmo es el que determina cuánta libertad de acción tenemos como usuarias para usar cada red, lo que las redes pretenden que hagamos termina siendo irredimible. Ahora: no tiene por qué ser lo que más nos gusta y allí hay un punto clave de Tik Tok. Las que crearon el ‘éxito en redes sociales’, crearon un esquema de ‘éxito’ en redes que alimenta sus esquemas: sólo triunfan pocas personas a las que siguen cientos de miles que a la postre intentan imitarlas.

El tema está en que las nuevas ‘masas’ de usuarias, están acostumbradas a la interacción entre pantallas, por lo que esa mixtura de los siglos XX y XXI a las que llamamos influencers, hoy funcionan de una forma distinta, y comprenden que esa persona a la que ellas siguen, intentará venderles cosas, por lo que si el contenido sigue gustándoles, tolerarán la oferta de la misma forma en que lo hace con cualquier otra forma de publicidad. La empatía está con las personas y no con los productos que promueven (y allí hay un terreno inmenso de análisis, que recomiendo repasar, pero no ahondaré producto de es tema para tratar in extenso).

Splinternet

Tal vez no te hayas topado con el término antes, en ese caso te cuento que es un término que en castellano suele traducirse como ‘balcanización’ de Internet (vaya a saber una por qué el concepto de ‘balcanización’ todavía no se declara estigmatizante) y es se utiliza para caracterizar una Internet dividida por conflictos políticos, tecnológicos, comerciales, nacionalistas, religiosos y un montón de otras cuestiones que suceden en el globo. Habrá alguna pesimista que piense que no es más que la continuación digital de los conflictos que existen en el mundo tangible, pero lo cierto es que en el mundo tangible las personas tienen mucha más capacidad de incidencia y repercusión.

Es innegable de igual manera que estamos ante un fenómeno similar, pero en te invito a pensar otro de los enfoques del concepto de splinternet: es lo que sucede cuando la realidad de Internet se va separando cada vez más de los objetivos que se puso para la red. Los ideales originales de Internet son la libertad, la democracia participativa, la expresión, y lo cierto es que la actualidad va totalmente a contramano de aquellas ideas, al punto de que se derogó la neutralidad de la red y a nadie le sorprendió que esto sea así. De ahí para arriba, lo que se te ocurra.

Sabemos que el de la ‘influencia’ es un esquema que funciona en el occidente capitalista mediocre y asesino que han forjado las europeas colonizando e instituido los estados capitalistas a fuerza de genocidio (que no es lo mismo pero es igual). También sabemos que ese esquema social no logra colarse en otros producto de las diferencias culturales. Estos esquemas de éxito son seguidos por personas que comparten ese tipo de visión (y siguen a una diseñadora para usar su ropa porque ‘está de moda’ o se suman a desafíos que tienen una forma empática más embebida en el mundo sajón), y son las que tradicionalmente han tenido la sartén por el mango e impuesto sus criterios a su antojo (que es a lo que socialmente llamamos ‘sentido común’). Pero se trata de una élite que no representa ni el 1% del universo de usuarias.

Las redes de Zuckerberg impusieron que los contenidos que entretienen a las usuarias (lo que son ya 3 decisiones macro, y si no me creés, repasá la frase) son producidos por las mismas usuarias. Lo mismo que sucedió con la web 2.0 en los 2000, ahora se repite como el esquema que planteó Zuckerberg y… resultó exitoso, porque es una forma gratuita de tener contenido, que realmente da mucho resultado. El ‘problema’ está en que además permite que miles de personas creen contenido y eso cambia la agenda: esa gente del 1% de más arriba ya no podrá determinar el mundo de la misma manera, porque es algo que está previsto que pueda hacer cualquier usuaria. Este ‘problema’ lo ‘corrije’ el algoritmo de esas redes, producido por esa misma gente ‘cheta’ entre la que está Zuckerberg.

El dato en todo esto está en que Tik Tok rompió con eso, simplemente dando lugar al ridículo, una forma más humana, dirverida y menos excluyente que el esquema de ‘éxito’ que plantean otras redes (que por aspiracional se transforma en alcanzable y requiere de una actitud pasiva de las usuarias). Tik Tok lo sabe, Zuckerberg lo sabe, la gente lo sabe, pero no lo sabe el 1%, que sigue publicando contenidos basados en lo aspiracional (cómo tener las mejores uñas del mundo), cuando las usuarias están interesadas en poder alcanzar alguno de sus ideales (que la respuesta sea algo que puedan lograr) y se vuelcan a comentar life hacks más que a comprar pintura. ¿Por qué? Porque logran su cometido. Ya no van las ‘recetas fáciles con lo que tenés en la heladera’, cuyo ingrediente principal es la carne de unicornio: son millones las que buscan cómo recuperar una sartén rayada para poder hacerse un huevo frito. Puede que algo en la frase anterior resulte un tanto cómico, pero al mismo tiempo enfoca: ¿qué están buscando las usuarias?

Claro que los contenidos no son polares y no existen sólo dos alternativas, a lo que me refiero es al bisel ideológico y cultural, a que Tik Tok y Zuckerberg utilizan prismas distintos y tienen patrones culturales y cosmovisiones, que resultan antagónicas. Ante el avance del elitismo y la cachetada, las usuarias encontraron cobijo y diversión. No todas, sólo aquellas que prefieren otro prisma. Porque TikTok es tanto o más censuradora que Facebook.

Cómo ganar dinero con Tik Tok

El algoritmo de Tik Tok, en la actualidad, premia a las usuarias que logran compartidos ‘hacia afuera’ (si un video se comparte desde Tik Tok a WhatsApp, tiene mayor alcance en Tik Tok llegando a menos usuarias finales que si se la comparte de manera interna en la red llegando a muchas más usuarias). Pero el premio de un algoritmo no es ninguna novedad. La novedad es que en Facebook e Instagram el éxito y la masividad son sólo para las personas que reúnen ciertas características específicas (para tener miles de alcance, tenés que tener miles de seguidoras y muchos otros requisitos), y a Tik Tok se le ocurrió que sería bueno que cualquier persona pudiera ser archi conocida, sin por ello necesitar de un determinado aspecto o poder adquisitivo en particular (ni similares), y es así que en Tik Tok muchas usuarias logran millones de seguidoras en poco tiempo, pero TODAS las que publican contenidos tienen al menos un video con miles, cientos de miles o millones de reproducciones, si la necesidad de tener millones de seguidoras. En Tik Tok, el algoritmo favorece a todas las usuarias y no sólo a las que la red designa como relevantes.

Las consecuencias de esta decisión de Tik Tok pueden ser tan transformadoras para el globo como lo han sido las de Zuckerberg, claro, para lograrlo debería ser una red tan influyente como Facebook y WhatsApp, pero bastaría con que sólo una porción de esas usuarias, que es la que está en Tik Tok, lo note y ejecute (lo cual hace que ese cambio potencial de Tik Tok y sus teóricas consecuencias sea un escenario posible).

Es curioso cómo el sector de la sociedad que no comprende la herramienta la trata como una red ‘de segunda’, marginal, como si allí pasaran cosas malas o cochinas. La verdad es que en Tik Tok también hay cuerpos semidesnudos, baile y ridículo, la diferencia es que eso lo puede hacer cualquiera, lo que ha generado que sea un mundo donde las albañilas son virales, en el que toparte con cuentas que verifican o desmienten cosas, donde podés encontrar todo el contenido basura que quieras, pero también otro tipo de cosas que no tienen alcance en Facebook ni Instagram, como divulgación científica, una transmisión en vivo desde el espacio, o una kinesióloga irónica que destroza con fundamentos y adjetivos las malas prácticas de un deporte, haciendo gala de sus conocimientos e inteligencia (que explota con mucho erotismo además) y recurriendo a mostrar su belleza desde un lugar más profundo y humanizado, pero siempre fuera del tema central, que son sus argumentos.

Eso es posible en Facebook e Instagram, pero como es algo que la red no impulsa ni puede capitalizar, tiene poco alcance. La razón es que Instagram y Facebook trabajan con la infelicidad y la angustia, y Tik Tok lo hace con la satisfacción. Es curioso, alguna vez en The Simpsons se pudo ver a orientales diciendo “Ustedes premian la educación, nosotras castigamos la ignorancia”… y es justo lo que pasa aquí, sólo que con los roles cruzados.

A Tik Tok se le ocurrió que la felicidad o la risa más simples pueden ser virales también. En respuesta, el mundo cheto, pajero e ignorante, pondera un puñado de miles en Instagram antes que una millonada en Tik Tok. Pero hay un dato más: en Tik Tok el concepto es mundial y el algoritmo muy joven, con criterios menos occidentales, lo que promueve la acción intercultural y genera universos impensados. Es habitual que gente sin

A la red no le importa si te pone un contenido en inglés, en castellano o en ruso, justamente porque el idioma no es uno de los factores centrales en la red. Como el esquema sigue siendo el consumo individual y vertical (la forma de consumir, no el algoritmo), la forma de participar de esta red, cuando no estás produciendo contenido, es verlo, dar me gusta o comentar, y allí aparece un chiche: las albañilas ecuatorianas se deliran con las cosmetólogas rusas por sus opiniones contrarias respecto del tema de Nico Vivaldi.

Cada una lo hace en su idioma y se frustra o nutre a su manera. Pero en un espacio de hipersegmentación como el se da en las redes de Zuckerberg, es algo que no sucede salvo que una usuaria rompa ‘deliberadamente’ los rieles, volcándose a leer contenidos en otro idioma, a los que llega bajo su exclusiva demanda. Pero como a Tik Tok eso no le importa mucho, tal vez porque vienen de China y el Chino no se habla tanto en todo el mundo, te enchufan algo en alemán o japonés, siempre que vean que te gusta.

El producto de Internet: “Tome Cocaína negra: la cocaína igualitaria”

Luego de años de perfeccionamiento del más tirano de los sistemas de control (que ya analizaba Gilles Deleuze allá en los 60s), las usuarias se convirtieron en el producto por excelencia de Internet. La conducta de toda navegación es el consumo, que capitalismo mediante, ‘debe’ generar una erogación de parte de las ‘beneficiadas’, por lo que ellas pagan con sus datos por el consumo que las motiva a pagar con sus datos.

Es un loop, como si tuvieras un botón de cocaína al que recurrís ‘a tu antojo’, de la misma manera en que alguien se prende un pucho o come algo para paliar la ansiedad o distraerse. En este caso, la insatisfacción promovida socialmente para generar consumo se resuelve con ese botón. Vos lo podés usar las veces que quieras, pero la dueña del botón es la persona que te lo pone en el cuerpo y lo mantiene lleno de cocaína, para que nunca te falte, decide si te va a dar placer o sufrimiento y cuántas veces vas a lograr efectivamente satisfacerte.

Luego de casi 25 años trabajando en Internet y más de 10 trabajando con redes antisociales, tengo una conclusión: las únicas que entienden las redes sociales, son las usuarias y las empresas que las operan. Por lo demás, ni empresas, ni analistas, ni especialistas en marketing o lo que se te ocurra, gurúes, frailes y la mar en coche: NADIE entiende las redes, porque no buscan entender a las usuarias… y eso es lo que está haciendo Tik Tok. El hecho de que las entiendan, es bueno y malo. Imaginate que descubrís que te gusta consumir alguna droga dura, ¿la consumirías todo el tiempo o intentarías moderarla para que no te dañe? Ese punto las usuarias lo tienen clarísimo: siempre quieren más droga.

Algo que entendieron las masas y que las élites no, es que a las empresas que dirigen las redes le da lo mismo si tenés 1 o 1M de seguidoras, lo que quieren, es que esa usuaria o ese millón de seguidoras que te siguen, se queden en la red, y para eso, te usan a vos, porque generás el interés de 1 o 1M de seguidoras. Es algo tan simple como estúpido, pero la gente que quiere valerse de ellas para crecer, no lo ve (aunque sospecho que no le importa, porque incluye tener en cuenta al público como algo más que una masa informe que hace clic cuando se emociona por algo).

En el mundo digital la masa no existe. Lo que sí existe y tiene forma de ‘masa’, son miles de millones de individualidades que convergen en una conducta común, pero eso no las transforma en masa. Sí, la primavera egipcia y otros movimientos similares como #NiUnaMenos parecen indicar lo contrario, pero hay una distancia enorme: esas personas recurrieron a las redes para tener una conducta en masa, pero bastaron algunas implementaciones algorítmicas (con detenciones incluídas) para que ya no fuera posible usar las redes en masa. Asi que ni revoluciones ni cambios estructurales, porque ese no es su negocio. Es obvio que el impedimiento de publicar un meme o utilizar una cuenta, no va a hacer que las mujeres acepten la dominación contra la que luchan. Aunque no faltan las imbéciles poderosas que opinan que sí.

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