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“Los transgénicos atentan contra la soberanía alimentaria y los derechos de la naturaleza”

Durante los últimos meses se ha acentuado la batalla legal contra los transgénicos en Ecuador. Desde que la Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable fuera aprobada el 4 de mayo del presente año, diversos sectores pertenecientes a la academia, a la organización social y campesina, a ONG e instituciones de Investigación, han protagonizado acciones de rechazo contra la entrada de transgénicos en Ecuador. Las demandas de inconstitucionalidad a la ley comenzaron a tomar forma a partir del 1 de junio, tras aprobarse el veto presidencial y reformarse el Artículo 56 de la Ley de Agrobiodiversidad para dar la entrada a los cultivos transgénicos con fines investigativos.

Con motivo de la entrega, el pasado 27 de septiembre, de la quinta demanda de inconstitucionalidad a la Ley de Semillas y la sexta demanda prevista para mañana 19 de octubre, queremos compartir la entrevista realizada a Elizabeth Bravo, docente de la Universidad Salesiana del Ecuador. Con ella, pretendemos aportar más elementos sobre el debate y el marco normativo en torno a la entrada de transgénicos en Ecuador.

¿Cuál es el marco normativo a favor y en contra de los transgénicos en Ecuador?

La Constitución de 2008 contempla tres artículos relacionados con los transgénicos. El primero, cuando habla sobre los derechos ambientales y los derechos que tenemos los seres humanos a un ambiente sano. En el Artículo 15, se indica que se prohíbe la introducción, el uso, importación, exportación y tenencia de organismos genéticamente modificados. Los OGM son los mismos que los transgénicos y pueden causar impactos en la Soberanía Alimentaria, en el medio ambiente y el patrimonio genético nacional.

El segundo, el Artículo 73, habla sobre los derechos de la naturaleza. A diferencia de los derechos ambientales, en dicho artículo se insta a que se reconozca a la naturaleza como sujeto de derechos. También se prohíbe el ingreso al Ecuador de cualquier sustancia, compuesto u organismo que pueda perjudicar los derechos de la naturaleza como: conservar los ciclos biológicos, los ciclos evolutivos, la estructura y funciones de la naturaleza.

Un tercer artículo relacionado con el tema de transgénicos, en el Artículo 401 se declara al Ecuador como territorio libre de cultivos transgénicos y semillas transgénicas. Pero hace una salvedad en la que se expresa que el Presidente de la República podría permitir el uso y cultivo de semillas transgénicas por razones de interés nacional. También tenemos la Ley de Soberanía Alimentaria donde se ratifica lo que se dice en la Constitución.

El primero de junio se aprobó la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, semillas y fomento Agroecológico donde se estaría permitiendo el ingreso de transgénicos con fines de investigación.

En este contexto, ya ha habido 5 demandas por inconstitucionalidad, ¿cuáles son los nudos críticos de estas demandas?

La primera demanda fue presentada por la FECAOL (Federación de Centros Agrícolas del Litoral). El documento se centra en que los transgénicos atentan contra la Soberanía Alimentaria. La segunda demanda la puse como persona individual en defensa de la naturaleza porque la Constitución dice que cualquier persona puede defender la naturaleza y el argumento está basado en los derechos de la misma. La tercera demanda fue realizada por la ECUARUNARI e incluye una serie de elementos como los derechos colectivos: la salud, la Soberanía Alimentaria y el medio ambiente. En la cuarta demanda, la CONAIE se centra en la defensa de la Soberanía Alimentaria y salud. Finalmente, la quinta demanda se centra más en la forma y fue presentada por un grupo de abogados universitarios de la Universidad Católica, UDLA y Universidad Andina.

¿Cuáles son los actores que están en la defensa por un Ecuador Libre de Transgénicos?

Tradicionalmente, la lucha contra los transgénicos es tan antigua como la liberación masiva de transgénicos que tiene más de 20 años. Entre los actores más antiguos se encuentra el movimiento ambientalista, ecologista y el movimiento campesino. Durante los últimos años, se ha creado un movimiento de consumidores en contra de los transgénicos; sus principales integrantes son gente de la ciudad. Un actor relevante es el de los cocineros, chefs que defienden la producción nacional, sana, la agrobiodiversidad. Poco a poco está aumentando el número de académicos que están en contra de los transgénicos y que hacen uso de argumentos científicos. También se ha dado la aparición de abogados que están defendiendo la condición de un Ecuador Libre De Transgénicos.

¿Cuáles son las acciones que se han llevado a cabo por un Ecuador Libre de Transgénicos?

Los compañeros de la Federación de Centros Agrícolas han estado muy activos en la provincia del Guayas. No sólo por el tema de transgénicos; ellos también hablan de la deuda agraria que, históricamente, el gobierno mantiene con el campesinado. En Quito ha habido dos marchas y un plantón frente a la Asamblea el día que se aprobó el artículo 56, artículo inconstitucional, y se espera que en el futuro haya otras acciones.

¿Cuáles son los efectos provocados por la comercialización masiva de transgénicos?

El hecho de que los transgénicos se comercialicen masivamente provoca que se requiera una mayor cantidad del uso de plaguicidas. Esto conlleva al desplazamiento de otras formas de producción campesina, dado que las semillas transgénicas son controladas por empresas transnacionales atentando contra la Soberanía Alimentaria.

¿Cuál es la principal consumidora de transgénicos?

El principal consumidor de transgénicos no corresponde al consumo humano directo; es la empresa avícola y porcícola. La industria masiva de carne, como en otras partes del mundo, está también controlada por un grupo grande de empresas.

En relación al consumo y etiquetado de productos transgénicos, ¿qué logros se han conseguido?

En relación al consumo se ha conseguido que los alimentos en el Ecuador estén etiquetados y que se indique: “contiene transgénicos”. Es importante mencionar que en Ecuador está prohibida la siembra de transgénicos y la producción de organismos transgénicos. Están prohibidos los alimentos transgénicos riesgosos, pero, realmente, se venden transgénicos. No sabemos si todos los alimentos transgénicos están etiquetados pero persiste un sistema de etiquetado bastante claro.

¿Dónde estaría el peligro teniendo en cuenta que se abre la puerta a los transgénicos sólo con fines investigativos?

Se permitió que entraran sólo para la investigación porque era más fácil que la ciudadanía supiera que los transgénicos solo tienen ese fin. Si nosotros leemos cuidadosamente el artículo 56, vemos que se permite el ingreso de semillas y cultivos transgénicos que se realizan en el campo. Creo que se está preparando al campo para dar un paso más allá y permitir el ingreso de cultivos comerciales. En el artículo mencionado se indica que si se quieren ingresar nuevos transgénicos se procederá como se dice en la Constitución. Por ello, da la impresión de que este artículo no estuviera aplicando lo que dice el artículo 401 de la Constitución que pareciera que está permitiendo la investigación. Las demandas que se han presentado demuestran lo contrario. Tal vez se ha iniciado con la apertura para la investigación porque en cualquier país del mundo en el que se introducen transgénicos es necesario que haya una primera fase de investigación para ver si es que las semillas que se quieren introducir tienen un comportamiento agronómico adecuado; si se adaptan a las condiciones locales y cuál es la productividad con el fin de ver si vale la pena la introducción de estos cultivos.

¿Cómo relacionamos la entrada de cultivos transgénicos para la investigación en un contexto de promoción de la Gran Minga Agropecuaria en el campo ecuatoriano?

Es muy fácil introducir transgénicos a través de los kits. Si nosotros vemos lo que pasa en la provincia de Los Ríos, la provincia de Loja y en algunos cantones de Guayas, observamos que los campesinos se han hecho dependientes de los kits. Les entregan nuevas variedades de maíz que son híbridas y que fácilmente pueden convertirse en semillas transgénicas. En estos casos, puede que el campesino ni siquiera conozca que son semillas transgénicas porque no se les informa al entregarles el paquete tecnológico; y se les dice que lo utilicen de tal manera sin que sepan que sus campos están siendo usados como campos de experimentación. A través de la Gran Minga Agropecuaria es muy fácil la introducción de transgénicos.

¿Cómo se puede superar el capitalismo en el campo en la búsqueda de alternativas?

Hay alternativas válidas para el campo; una de ellas es la Agroecología. Otra sería potenciar la producción campesina, los mercados campesinos, reducir las distancias de consumo, consumir localmente, consumir lo que está de temporada, reducir la dependencia a las importaciones, disminuir la distribución de productos altamente procesados, propender a que la producción agrícola sea para el consumo directo y que un altísimo porcentaje no se dedique a la producción animal. Para ello, será necesario que los animales sean integrados a la producción de la finca. Otra alternativa reside en el diseño y la recuperación de muchas de las cosas que los campesinos han hecho tradicionalmente.

¿Será posible pensar en alternativas por el campo con el ingreso de los transgénicos?

Esto no va a ser posible. Pongamos el ejemplo de la diversificación productiva, uno de los aspectos más importantes para tener alternativas válidas. Tradicionalmente los productores de maíz asocian el maíz con fréjol, con otra leguminosa, con alguna cucurbitácea, zambo, papayos, etc. Además, tienen animales que les sirven para mejorar sus ingresos o mejorar su dieta. Dichos animales les sirven para fertilizar el campo. Con el ingreso de transgénicos ese modelo ya no sería posible porque el exagerado uso de plaguicidas, especialmente de herbicidas, hace imposible que haya nada más en ese predio que el cultivo transgénico.

En ese caminar, ¿cómo le apostamos a las alternativas?

Es fundamental recuperar las prácticas tradicionales incluyendo un poco más de tecnología moderna para que mejoren el uso del suelo o el aprovechamiento del agua y se potencie la agrobiodiversidad. Hay muchas alternativas en las que se debería trabajar más, en las que deberíamos sentarnos a conversar en el futuro.

Via Ocaru

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