El bloatware es software que está puesto en nuestro teléfono no porque nos pueda resultar interesante ni útil, sino porque alguien decidió ponerlo allí. Lo mejor es que no podemos borrarlo, en algunos casos ni siquiera deshabilitarlo, lo que redunda en que hay una persona que decide qué hacer con nuestra capacidad de almacenamiento y los recursos de nuestro hardware. Android está plagado de este tipo de apps, que además tienen una clara intención monopólica: nadie instala una app nueva cuando tiene una similar y esta ocupa lugar en su teléfono. ¿Cómo quitarlas? Las alternativas más directas son rootear el teléfono y cambiar de sistema operativo por uno que respete tus derechos. Pero hoy te contamos una alternativa que no requiere de tanto manoseo del teléfono, aunque no es la mejor, ya que el sistema seguirá siendo el mismo y eso te hace vulnerable a este tipo de ataques por parte de las corporaciones.
El problema de este tipo de apps es que están protegidas o son parte del sistema, por lo que quedan escondidas en las particiones del teléfono para que no puedas accederlas. El mecanismo de desinstalación de este tipo de apps de sistema fue descubierto por dosangsts una usuaria de Reddit que incluso se tomó el trabajo de publicar un tutorial al respecto para hacer mejor la vida de otras personas, algo de aplaudir.
Este procedimiento es mucho más sencillo, pero similar a una cirugía mayor: si sacás algo que le sirve al sistema para funcionar… probablemente tu teléfono quede bloqueado. Por las dudas, desde Tribuna Hacker recomendamos leer mucho y… nunca hacer neurocirugía siguiendo tutoriales de YouTube, ni de este sitio. Pero si no le operás el cerebro a nadie y además leés sobre las apps que querés desinstalar, la de hoy es una recomendación interesante.
Este mecanismo utiliza Adb y sus comandos para quitar las apps de la usuaria actual. Lo que implica que en sí mismo no desaparezca del teléfono, pero vos ya no la vas a tener instalada. Si formateás el terminal o la tablet en cuestión, volverá a aparecer, también si creás una nueva usuaria en tu Android.
Esta alternativa aunque parece riesgosa a primera vista, no lo es tanto, basta con pensar un poco y leer al respecto como para estar 100% seguras del éxito de lo que hacemos. Al mismo tiempo es bastante práctico, ya que eliminás el bloatware sin poner en riesgo tu teléfono ni tu garantía: con formatearlo todo vuelve a 0. Para vos, estas apps ya no consumirán energía, datos, ni espacio de instalación.
En fin, lo primero es tener activo Adb en tu máquina y los drivers para el terminal que vas a intervenir. Estos drivers podés descargarlos desde la página de Android Developers (ingresá en el enlace, buscá la marca de tu teléfono e instalalo). Para Adb podés seguir estos pasos.
Para saber qué apps podés desinstalar sin inconvenientes, instalá App Inspector, analizá tu teléfono y encontrá las apps conflictivas. Lo restante es seguir estos pasos:
- Activá el modo depuración
- Conectá el terminal a la máquina y aceptá la clave RSA
- Abrí una terminal y escribí ‘adb devices’ (sin comillas). Luego de esto debería detectarse tu teléfono como si fuera un código.
- Una vez que suceda lo anterior, escribí ‘adb shell’ para abrir la consola adb.
- Resta desinstalar las apps que no quieras una por una. Para saber el nombre de los paquetes, usá App Inspector.
- El comando para borrar es ‘pm uninstall -k –user 0 nombre.del.paquete’ (reemplazando ‘nombre del paquete’ por el paquete que quieras borrar). Por ejemplo, el paquete de Chrome se llama ‘com.android.chrome’ (esto, repetimos, lo podés ver en App Inspector).
- Aceptá el comando y esperá. Cuando la máquina te diga ‘Succes’ es que ya se eliminó el bloatware.
Las terminales suelen asustar a las usuarias, pero te propongo un tip: esa es una ventana de diálogo entre vos y un equipo, está hecha para que hables, y la forma de hablar es usando esos comandos. Así, ‘pm uninstall -k –user 0 com.android.chrome’ no es más que un ‘che, maquinola, borrame el Chrome del teléfono, que ya no lo quiero más’, pero dicho para que el terminal pueda comprenderlo.
¡A divertirse!