Ojo con Pokémon Go: tras la revolución llueven denuncias

Pokémon Go

Si sos lectora de varios sitios de tecnología desde perspectiva de consumo, como puede ser casi cualquiera que toque el tema tecno, probablemente sepas que el mundo vive una fiebre producto de la aparición de Pokémon Go. En caso de que no, ya vas a notarlo, todos esos portales están propalando de manera compulsiva esta información, justamente para copar el universo con su app. Y les está yendo muy bien: en sus primeras 48 horas Nintendo se hizo con la friolera de 10 mil millones de dólares, algo que no veíamos en el sector desde hace muchos años. Posterior a estas 48 horas y hasta la fecha han recaudado u$s1,6 millones por día. Algo para nada despreciable. Pero paralelo a este rotundo éxito se están multiplicando las denuncias en toda la red.

Algo de lo que sí te hablamos los diarios que analizamos lo tecnológico desde una perspectiva de usuarias, y bueno, no será redituable porque nadie nos pone un pes, pero nos parece útil, así que insistimos. ¿Qué es Pokémon Go y de qué se tratan estas denuncias?

En menos de una semana de lanzamiento este juego móvil de realidad aumentada lanzado por la mítica Nintendo revolucionó el universo móvil. Se trata de un juego de Pikachu y sus amigas que ha llevado a algunas situaciones bastante curiosas, como el caso de Shayla Wiggins, que salió a buscar un Pokémon de agua y se topó con un cadáver flotando en el río, entre otras situaciones algo escabrosas como gimnasios instalados en lápidas y ladronas que atraen víctimas con esta app.

Lo clave de este desarrollo es la realidad aumentada, un concepto con el que, a pesar de estar bastante difundido, no estaba presente hasta ahora en desarrollos que buscan la masividad. En el juego desarrollado por Nintendo y Niantic, las jugadoras podrán capturar, intercambiar y batallar Pokémon con ayuda de la realidad aumentada y un brazalete bluetooth.

La realidad aumentada es utilizada para llevar el mundo Pokémon al tangible. No hay que confundir realidad aumentada y realidad virtual. En el segundo caso estamos ante un universo totalmente ficcional con el que interactuamos a través de distintos dispositivos. En realidad aumentada, los dispositivos no se usan para interactuar con una realidad ficticia, sino con la realidad tangible, ‘completándola’ de distintas formas, principalmente incluyendo informaciones, pero en este caso, materializando el juego ante nuestros ojos e invitándonos a jugar físicamente, algo que es verdaderamente gratificante y divertido.

El asunto es que todo esto no es tan bello como nos lo muestran. Pokémon Go tiene una importante cantidad de problemas -que en realidad son vulneraciones de derechos- respecto de los elevados permisos y privilegios que solicita tanto en su versión de Android como la de iOS. El problema con los permisos está específicamente en que Pokémon Go pide acceso total a tu cuenta de Google, indistintamente de si usás iOS o Android.

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Las políticas de privacidad de la app hace las cosas todavía peores: registra tu IP, tu dirección de email, la página en que estabas antes de ingresar a Pokémon Go, tu nombre de usuaria y tu geolocalización. Si bien no es la única app que requiere de permisos tan pornográficos, es la mecánica del desarrollo la que hace que todo sea preocupante. Como si faltaran problemas, ya existen versiones de distintos malware en la red que buscan aprovechar este furor y su lanzamiento limitado, para ofrecerte la posibilidad de utilizarla en un dispositivo para el que todavía no existe y con eso provocando que las usuarias de cualquier parte del globo lo instalen.

Para corregir estas vulneraciones de derechos, tenés que ir a la sección de seguridad de tu cuenta de Google y revocar el permiso que le diste a Pokémon Go. Sin embargo, desde Niantic han informado que se trata de un error -como si fuera posible en este desarrollo uno tan grosero- y que la app sólo requiere información básica sobre la cuenta, específicamente el ID de usuaria y su dirección de correo. Agregaron también que ninguna otra clase de datos fue recibida por la compañía, situación en la que desconfiamos ya que esa información habría sido igualmente recabada.

Ya anunciaron una actualización de la app que solucionará esto en dos partes (de paso, ante el escenario argentino actual: ¡a desconfiar de las soluciones en dos partes!): la primera corregirá los permisos y la segunda los reducirá por el lado de Google. Por lo pronto, si querés abrirle tu vida y la de tus amigas a las multinacionales, sólo necesitás esperar la próxima actualización, en caso de que no te guste mucho eso de que una corporación obtenga dinero vendiendo tu identidad, podés revocar lo permisos e instalarla cuando sean por lo menos aceptables.

¡Happy Hacking!

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