Tiembla John Connor: un videojuego auto-desarrollado por soft de inteligencia artificial

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Hace pocos días nos enterábamos de que hubo una cumbre en la que los cráneos más destacados en la temática discutieron la posibilidad de que el mundo sea una simulación. Sí, eso: se preguntaron qué posibilidades hay de que todo lo que vivimos y conocemos se trate en realidad de un engaño. Lo más curioso del asunto son las conclusiones. Seguramente sean más serias que lo que parecen, pero una de ellas sostenía, luego de meditar y calcular al respecto, que existe un 18% de posibilidades de que el mundo sea una simulación. ¡WTF!

Si hablamos de posibilidades: es perfectamente posible de que el mundo no exista, y se nos proyecte un mundo que se quiere que vivamos. Nada hace que no sea posible. El tono del párrafo anterior en realidad es ante la pregunta. Si el mundo es una simulación, ¿qué certeza tiene quien lo piensa de que su pensamiento o sus conclusiones no sean inoculadas por quienes simulan nuestra realidad? El mero hecho de pensar en que existe una simulación y dar determinados porcentajes es arriesgado. Si el 18% de la realidad puede ser una simulación ¿a qué corresponde ese porcentaje y cómo se ha medido “la realidad”?

En fin, hoy te traemos un juego de esos alucinantes que reúne perfectamente estas características y del que podríamos estar participando sin saberlo, producto de que el mundo es una simulación. Hoy te invitamos a probar “No Man’s Sky” un juego cuya creación semeja, según dicen, mucho al universo.

El juego tiene una particularidad: cuenta con 18.446.744.073.709.551.616 planetas para visitar. ¿Lo querés sin puntitos? Son 18446744073709551616 planetas. ¿Qué tul? ¡Como para ponerse una agencia de viajes!

Cada uno de estos planetas tiene una vida y diseño únicos que van desde lo más pequeño que se registra en el juego (como las hojas de los árboles) hasta lo más ‘grande’ como los ecosistemas en los que transcurre la historia. La particularidad de este juego es que ha sido desarrollado en su totalidad por inteligencia artificial. No sabemos si estamos ante un hecho genial o una aberración del capitalismo, pero lo cierto es que las humanas colaboramos muy poco en este juego. Los objetos y sucesos en él están autocreados por algoritmos que respetan las leyes de la física y que además funcionan en tiempo real, algo que suena tan genial como monstruoso.

Sean Murray es la arquitecta en jefe de este desarrollo y al respecto comentó que “nuestro ciclo de día y noche ocurre porque el planeta está girando sobre su eje mientras gira alrededor del sol. Existe la física real para eso”, un planteo bastante interesante ¿no? Para lograr estos universos han tenido que ser un poco menos estrictas, al menos si vemos cuán estricta es la física cumpliendo sus propias reglas. Para esto, alternaron algunas leyes con fines estéticos. Un ejemplo de esto es haber puesto las lunas más cercas de los planetas para generar con ese efecto paisajes más impactantes. Además alteraron el orden de la tabla periódica para lograr cielos de colores imposibles. ¿Cómo? Bueno, según dicen las arquitectas, esta modificación en el orden genera cielos de colores imposibles producto de la difracción de la luz por partículas atmosféricas.

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El hecho impresionante de todo esto es que todo lo que ves, está siendo creado en tiempo real por una computadora que sigue lineamientos generales científicos. Grant Duncan, la directora de arte de No Man’s Sky, cuenta que las animales de cada planeta tienen su personalidad, cada una individualmente además tiene sus gustos y preferencias (¡sí, cada una!) y cada una tiene cada día una rutina distinta que varía según el planeta, tal cual sucede en la vida fuera del juego. Duncan contó cómo cuando disparaba a aves al azar, una cayó al mar y quedó flotando en la superficie del agua… hasta que fue devorada por un tiburón.

Lo más interesante es que el juego va más allá de misiones, caminos, objetivos a cumplir y similares, sino que se trata de un universo con vida propia, en constante mutación y creado en tiempo real. Justamente en estos días mucha gente está de festejo porque se cumplen 25 años del lanzamiento de Another World, mítico juego en el que seguramente se hayan inspirado las desarrolladoras de No Man’s Sky.

Producto de la enorme dimensión del universo que se plantea, las creadoras aseguran que la mayoría de los planetas no serán descubiertos por las jugadoras, pero es algo relativizable si nos fijamos en que Another World sigue funcionado después de 25 años y miles millones de partidas. Una característica bastante particular que agregan desde el equipo de desarrollo, es que la posibilidad de encontrarse con otra jugadora es muy baja, ya que aunque coinciden en el mismo universo, las distancias entre una y otra jugadora, pueden ser de millones de años luz.

Este es un juego en el que se investiga. Nadie lo gana, nadie lo termina, no es una historia que tenga que completarse. Este juego es para explorar la inmensidad del universo y la vida que existe en él. Una de las pensadoras de las que hablábamos más temprano, Elon Musk (directora de Tesla Motors) dijo, cuando se preguntaba si el mundo será o no una simulación, que aunque estuviéramos ante una, es una ‘buena’ y no debemos cuestionarla.

Las especulaciones al respecto son infinitas, o al menos eso parece a esta redactora. ¿El lanzamiento? Junio de 2016. Imperdible.

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