Cómo averiguar si un texto es copiado

jorge bucay 2010 g

¿Te cansaste del copy-paste de alumnas, abogadas, juezas y periodistas? Desenmascarálas.

La introducción de esta nota, iba a hablar de la enorme falta de respeto para con las lectoras y la total falta de ética que hoy por desgracia reina en muchos medios de comunicación, que de una forma indignante y mediocre se dedican a plagiar contenidos en lugar de escribirlos, en lugar de utilizar otras notas como fuente o cocinar cables. Muchas veces me resulta muy gracioso porque además, quien está acostumbrada copiar contenido por lo general escribe pésimo, lo que hace que la copia salte a la vista de cualquier lectora, tal vez no como copia, porque eso sería una conclusión, pero sí llama la atención cuando hay cambios de redacción muy profundos en un mismo párrafo de una nota. Esta misma nota no formaba parte de este diario pues la escribimos cuando estábamos en MDZol, pero repostear una nota propia nos parece un derecho, y aquí lo estamos ejerciendo.

Además de quienes copian de forma literal y cambian la firma (lo que es plagio), están aquellas personas que para que no las descubran, copian sólo partes de textos y en lugar de entrecomillarlas y citar la fuente, agregan palabras de su cosecha. Incluso hay quienes hacen una especie de mix con muchísimos textos configurando todo en un enorme plagio. Yo prefiero a estas últimas porque al menos investigan más, pero son textos muy graciosos, porque párrafo a párrafo van cambiando la forma de escribir. Allí puede verse todavía notoriamente la pésima redacción de las plagiadoras que sin saber cómo unir los párrafos que van copiando, ponen cualquier conector, incluso frases que quitan el sentido a un párrafo. Te comento que esta nota no está disparada en que alguien haya tomado un contenido nuestro (todo el contenido de este diario está bajo licencias libres y se puede reproducir citando o no la fuente, aunque agradecemos la cita). Nos motiva el hartazgo de estas situaciones, nada más.

Pero antes de escribir la nota, estuve leyendo esta otra nota que demuestra y denuncia la voluntad deliberada de ciertos medios por transformar la actual crisis de Venezuela en algo todavía más grave. Te recomiendo leerla, realmente es muy interesante y al mismo tiempo indignante. Viendo esa nota, pensar en utilizar la nota de hoy contra gente que se dice periodista y se dedica a copiar y pegar textos me pareció una pavada.

Algo que me resulta interesante de los últimos 12 años, es que producto de la pelea medios-gobierno ya nadie le da un 100% de credibilidad a ningún medio. Ni público ni privado. Están quienes eligen escuchar/ver/leer la verdad filtrada por el gobierno o quienes prefieren el filtro de la oposición. Aunque en la gestión gerencial del CEO del país Mauricio Macri se ha monopolizado el discurso y ya casi no hay medios masivos con un discurso que no reproduzca la moral de la clase dominante. Y si bien existen matices (tanto en medios públicos como privados), nadie sabe a quién creer. Como las empresas periodísticas están jugando un rol mucho más profundo en la configuración del ideario social, te invito a que combatas las estafas en tu contra.

Copiar y pegar un texto y dártelo sin ningún trabajo, sin ningún agregado, es no tenerte en cuenta como lectora. También puede significar que en una redacción hay muy pocas personas para la cantidad de tareas (eso se nota sobre todo en la ortografía, la cohesión, la coherencia y la sintaxis de las notas, podés verlo aquí mismo), y en consecuencia dice que hay una periodista explotada y una editora que no te respeta. Igualmente, las decisiones de qué se publica y qué no, en el 99% de los casos no las tomamos las periodistas. Aclaro que en este diario nosotras sí decidimos que publicar, pero en mi experiencia, situaciones como las de este espacio son muy extrañas.

Por todo lo anterior, y para combatir la mediocridad no sólo en medios sino también en escuelas, universidades, en la legislación, en la jurisprudencia y miles de otros lugares, hoy te voy a contar cómo averiguar si un texto o una foto es copiada. Es simple, rápido y útil tanto para descubrir plagiadoras como para saber si un medio no chequea las notas o inventa una realidad en la que quiere que creas. Hoy la información es poder, e Internet es una gran herramienta para diseminarlo.

La forma fácil (para copias burdas)

Si ves que un texto es alevosamente copiado podés utilizar varias webs para cotejar la autoría de un texto. Se trata de páginas que van indexando los contenidos de la red en su base de datos y al cargarles un texto o una frase te cuentan muestran los enlaces de donde fueron obtenidos los contenidos. He usado estos sitios en algunas ocasiones y no dan los mismos resultados que usando otras técnicas. Pero si tenés poco tiempo o se trata de una temática masiva te pueden servir.

Plagium utiliza los motores de Bing y de Google para buscar el contenido que le cargues. Soporta hasta 25.000 caracteres. Permite buscar entre Noticias, Redes Sociales y la web en general.

Plagiarismchecker utiliza los motores de Google y Yahoo. Tiene la opción de crear alertas en la red de venta de personas Google. Cuando alguien suba un contenido relacionado a tu búsqueda, te llegará el aviso para que lo chequees. También busca en las URL.

Chimpsky  busca fundamentalmente en textos. Lo que hace es cotejar contenido duplicado. Utiliza sólo Google como motor. Requiere registro.

Duplichecker  Esta es una alternativa interesante porque además de poder ingresar el texto a buscar podés subir u archivo de texto para detectar plagios.

La forma divertida: búsquedas textuales

Los sitios anteriores ahorran tiempo. Pero si estamos ante una plagiadora cuya vagancia no llega al 100% y ha incluido algunas palabras de su cosecha, estas pueden entorpecer sitios como los anteriores y hacerte creer que el texto no ha sido plagiado. En estos casos, lo más recomendable, algo que además es muy simple, es tomar una pequeña porción del texto como una oración, o unas tres o cuatro palabras que fuera improbable encontrar juntas en muchas notas (aunque se trate de palabras comunes) y realizar búsquedas textuales, entrecomilladas. Es una función disponible en todos los buscadores, aquí, como siempre, recomendamos usar DuckDuckGo, un buscador que no te utiliza, ni te persigue, ni te espía ni te vende como si fueras una cosa.

Para esto simplemente entramos en el buscador que nos guste, entrecomillamos una frase, y le damos buscar. Cuando me refiero a tres o cuatro palabras que fuera improbable encontrar juntas en muchas notas, me refiero exactamente a eso. Hay frases que serán muy generales, como los refranes, y la posibilidad de que aparezcan en una cantidad importante de referencias es muy alta. Sin embargo, hay combinaciones de palabras que pueden resultar comunes, pero terminan siendo específicas, como esta misma frase. Ésta es la frase que está en esta nota, en ninguna otra, salvo que alguien levante esta nota y la replique, o la plagie (algo que nos tiene sin cuidado, aunque nos parece ético que refieran la autoría, ya que nos ayuda a crecer).

Al entrecomillar una frase, el buscador busca EXACTAMENTE la frase entrecomillada, si no la encuentra, te lo va a indicar y arrojará resultados “similares” (que nunca lo son). Pero, si por ejemplo, Duckeás alguna de las frases de esta nota pero sin entrecomillarla, el buscador va a mostrarte resultados donde aparecen muchas veces las palabra que pusiste, obviando palabras demasiado comunes (como los artículos), por lo que si tu idea es ver si es copiado un texto donde encontrás la frase “roberto esta en la plaza” y lo hacés sin comillas, el buscador mostrará resultados para los términos de búsqueda ‘roberto’, ‘esta’, ‘plaza’, lo que disminuye la posibilidad de que puedas comprobar el plagio.

El plagio es doblemente oprobioso, borra a las autoras y estafa a las lectoras.

Buscando imágenes

Esto en particular es algo que sirve mucho para cotejar las notas catástrofe, o notas que deliberadamente buscan mentirte como las que muestra el enlace de más arriba. Se trata de una función disponible en Google, por desgracia no queda otra, y es algo que la empresa de venta de personas anunció con bombos y platillos pero pasó casi desapercibido producto de que no contaron cómo utilizarla. Se trata de la búsqueda por imágenes. Para realizar una, sólo tenés que ingresar en el sector de imágenes de Google abrir la carpeta donde querés buscar la imagen y arrastrarla al buscador. El funcionamiento es similar al sistema de reconocimiento facial de Facebook (y de las cámaras de fotos, etc) que busca un determinado patrón en una imagen, lo coteja con su base de datos y arroja el resultado.

Copiar no me parece nada malo, pero hay sectores en los que esa copia se transforma en una forma de pauperizarnos intelectualmente (como en el estudio), de manipular a la gente (como en los medios) y de mentir, y mentir, es algo que sí me parece malo. El trabajo de las periodistas no es algo sencillo, interfieren una multiplicidad de factores -que seguramente no conozcas-, hacer una nota lleva mucho más tiempo de lo que parece, todo lo que influye en la vida de una periodista termina influyendo en las notas, el contexto en que se hace, los tiempos disponibles, las presiones, la opinión de la perodista, así como las condiciones laborales de las periodistas suelen ser muy complejos -y en muchos casos más que injustos- por lo que tampoco creo que haya que fusilar a una periodista que copia un párrafo, pero sí creo que hay que marcar que se está pasando por encima del derecho de las verdaderas destinatarias de los medios: las lectoras.

¡Happy Hacking!

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