capitalismo

¿Realmente necesitamos informática?

En nombre de la libertad creamos y usamos Internet, Wikipedia, Firefox, etc., pero ¿necesitamos esas cosas?

En el ojo del huracán de cualquier revolución es muy difícil ver claramente lo que sucede, me refiero a:

  • las causas de la “revolución informática”
  • los fines que se persiguen
  • quiénes son las buenas, quiénes las malas
  • el sentido

El movimiento del software libre de alguna manera fundado por Richard Stallman y amigas ha sido, a mi entender, el que más luz ha echado sobre el tema. Recientemente el maestro declaró: “Ahora que hemos hecho que Internet funcione, la siguiente tarea es evitar que sea una plataforma para la vigilancia masiva, y hacer que funcione de una manera en que respete los derechos humanos, incluyendo la privacidad”.

Suponiendo que las hackers libertarias sean las buenas y que las agencias de espionaje, grandes corporaciones y estados opresivos sean las malas, el mensaje de Richard brinda claridad sobre los fines que persiguen unas y otras, le otorga sentido a la revolución informática.

Entonces, del lado oscuro de la fuerza tendríamos a la NSA, CIA, Facebook, Microsoft, Google, Yahoo, etc., y del otro lado la Free Software Foundation, GNU/Linux, el resto del software libre y las activistas/usuarias/desarrolladoras conscientes del problema, buscando soluciones.

Pero ¿realmente este esquema dará como síntesis una salida en favor de la libertad humana? ¿Seguiremos en un camino de opresión, controladas, dirigidas, estimuladas para consumir y consumir cosas que quizá no necesitamos? ¿Tiene sentido luchar por una libertad parcial, o es que cuando el ser humano intenta liberarse se levanta en contra de todas las opresiones al mismo tiempo? ¿Y qué es la libertad?

Todo el tiempo el mundo del software libre produce contrasentidos, por ejemplo se desarrollan alocadamente programas para reemplazar a sus equivalentes privativos, entonces si tenemos un Office de Microsoft, hay que crear un LibreOffice para ser libres: ¿pero somos realmente más libres? ¡Quizá seguimos en la opresión de una oficina! ¿Es el trabajo que realizamos a diario en la oficina un trabajo liberador? ¿O estamos trabajando en una oficina para Monsanto a ver si puede registrar otra patente sobre una semilla genéticamente modificada? ¿Qué diferencia encontramos al final del día si usamos software libre de forma opresiva?

Digo esto con la mejor intención porque toca la médula de esta filosofía, de nuestro diario, y es una mirada crítica necesaria en los tiempos en los que vivimos, no sea que de tanto hablar de libertades vivamos una gran mentira.

¿Es cierto que necesitamos de la tecnología informática? ¿Podría alguien responder claramente esta pregunta alguna vez? ¿La libertad consiste en producir cada vez más confort mediante diversas tecnologías?

Los contrasentidos de la tecnología informática (y especialmente en el mundo del software libre) se ven en todos los productos, en todos los movimientos, en todas las buenas intenciones, desde el intento de poseer una red libre (con PRISM, internet está cada vez más lejos de serlo) hasta lo último de lo último, que podrían ser las impresoras 3D.

Veamos más ejemplos concretos: un grupo de jóvenes españolas bienintencionadas crea un proyecto social-tecnológico destinado a producir impresoras 3D y promocionar esta tecnología, popularizándola como una alternativa a la obsolescencia planificada.

A primera vista esto es brillante, ¿quién le diría que no a la idea de poder producir tus propios objetos, de calidad, con diseños creativos, independientemente de la gran industria (esto no es tan así), reduciendo la explotación humana al mínimo (tampoco es tan así)?

FabMóvil_00 -la autora del proyecto de impresoras 3D- pretende socializar una tecnología que ya existe desde hace muchos años en otras esferas. Y nuevamente: ¿por qué deberíamos replicar los productos de una sociedad consumista?

El consumismo se replica a sí mismo cuando logra hacernos creer que necesitamos determinado artículo.

¿Es libertad, al fin y al cabo? ¿Se trata de libertad o de más sumisión a lógicas perversas? ¿Tendría sentido una tecnología así para alguien como Mahatma Gandhi?

¿Quién es más libre, la artesana que crea con sus manos una sandalia en base a fibras vegetales, la que la crea en base a una impresora 3D, o aquella que no la necesita?

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