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Cultura por mano propia: Muerte a las intermediarias

Se trata de un proyecto que busca acercar las partes de algo que nunca se tendría que haber roto, distancias más bien impuestas antes que reales. Se propone justicia a mano propia: Muerte a las intermediarias.

Tranquilas, sólo es una metáfora, no vamos a matar a nadie, por ahora…
De hecho varias de nuestras amigas trabajan como intermediarias en muchas de las cosas que consumimos y no las amenazamos de muerte (al menos no por eso). La verdad es que las queremos y las necesitamos, aunque a veces no tanto.

La metáfora

Podría no serlo necesariamente, y organizarnos de verdad para salir a matar a todas los que se pongan entre lo que queremos y nosotras, pero eso sería algo demasiado literal y un poco mucho, no aspiramos a tanto (por ahora). La iniciativa del proyecto “Muerte a las intermediarias” M.A.L.I. no es tan mala, intenta mucho menos. Se trata sencillamente de una búsqueda menor en torno a la literatura y sus circunstancias (aunque podría expandirse a otros géneros). La idea es simple, organizarse como lectoras y seres humanas. Salir a buscar los libros que escritoras o nosotras mismas, mortales lectoras, recomendamos a través de reseñas, referencias o el contacto directo con la autora. Esta sería la estructura trascendental revolucionaria: Lectora-Autora-Libro. Pero lo diferente es que se puede elegir cómo armarla, cómo abordar la cosa, sin casi nadie en el medio para molestarnos. De algún modo esta estructura desestructurante beneficia a las nuevas partes (yo-ella-texto) ya que al eliminar los porcentajes que cada una de las anteriores mordisqueaba, el tráfico se hace más fluido:

-30% de los libreros, -15% de las distribuidoras, -x% de las editoriales

"Ceremonia del té en los ojos" Fernanda Maciorowski
“Ceremonia del té en los ojos” Fernanda Maciorowski

Al restar a estos (intermediarias/intereses) se facilita la llegada de unas (lectoras/escritoras) a otras (lectoras/escritoras). El libro circula más rápido, la obra se difunde, la autora recupera algo de lo que invirtió de manera más rápida y directa (aunque en este nivel siempre va a ir para atrás), pero sobre todo conoce a las lectoras que a su vez pueden acceder libremente al texto elegido/recomendado/encontrado de una autora que de otro modo sería casi imposible acceder desde su provincia/barrio/lugar [En algún momento de este párrafo empecé a hablar cómo con fórmulas, me contagie de lo que quería evitar, digamos (para hablar como personas) que la idea es “humanizar” la cosa, sacarle lo frío].

De algún modo Matar a los Intermediarios es hackear al sistema (económico/político/social/editorial…), si es que entendemos el concepto tal como lo plantea la periodista Lozano en este mismo espacio:

Cuando aquí se habla de hackear, se habla de hackear todo eso. Tecnología son los sistemas económicos, las organizaciones sociales, la música, la filosofía, los métodos extractivos mineros, los sistemas de patentes, la legislación, en fin, todo aquello que puede definirse como un conjunto de conocimientos y técnicas utilizados para modificar un entorno con el objetivo de satisfacer necesidades. Desde el movimiento hacker, y muchos otros movimientos, sumamos además una pregunta: ¿las necesidades de quién? (…)

Cuando en este espacio hablamos de hackear, hablamos de conocer e intentar conocer, pensar, investigar, e intentar dominar procesos como los de más arriba, claro que también incluyen redes y chips, pero son verdaderamente una parte menor, pues la fundamental es la conciencia y la decisión.

Las intermediarias, nuestras víctimas

Más allá de los servicios que nos proporcionan, sospechamos que de una u otra manera, terminan condicionando a la “usuaria/consumidora/público” con la que tratan (eso que seríamos nosotras, “clientes”). Por eso vamos por ellas. Por ejemplo, usted es algo rarita y (lee) quiere comprar un libro, supongamos de poesía (umm…), para eso ud. va a una librería (intermediaria) y le pregunta a la vendedora por tal sección (la de poesía). La respuesta inmediata será que eso no existe (porque, claro, la poesía no vende) o que se fije al fondo a la derecha (no es el baño, pero podría) donde encontrará un cartelito que señala dos o tres anaqueles donde apenas hay algunos títulos de eso que usted busca. Aunque resultará que eso que usted buscaba inicialmente no está, que en el trayecto vio otras cosas, que el mesón de ofertas, los posters u otras artimañas la sedujeron en el camino y finalmente “elija” llevar otra cosa (hoy en día en locales como Yenny puede llevarse desde un novelón bestseller o manual de autoayuda hasta una tostadora, que posiblemente le ayude más que el manual) distinta de ese libro de poesía que inicialmente buscaba. Así con todo: supermercados, disquerías, etc. No se trata de nada especial, lo mismo pasa si va comprar el pan a la confitería de su barrio (le saldrá más caro que si lo comprara a la panadera y seguramente se llevará de la excursión algunos alfajores de maicena para el camino), apenas son técnicas básicas de ventas para señalarnos/sugerirnos/imponernos qué es lo que queremos/deseamos/necesitamos.

¿Cómo participar? Mate ud. misma a su propia intermediaria

"Carece de Madurez" Tony Salazar
“Carece de Madurez” Tony Salazar

Sabemos que a partir de esto, grupos cómo Planeta, Alfaguara, Cúspide, Yenny, Alfa, Norma y muchos otros están pensando en retirar sus fondos y llevarlos a otro lado (¿O ya lo hacían desde siempre?). Pero no hay que preocuparse, de hecho no, no se atenta contra nadie (ni siquiera contra esas pequeñas libreras que todavía nos fían). Simplemente porque no nos metemos con su mercado, no nos interesa organizarnos para ir a conseguir lo último de Cohelo/Rolón/Stamateas.

Instrucciones para matar a una intermediaria:

(Básicamente consiste en hacer todo lo contrario a lo que ellas hacen)

  1. Leer. Este es el punto más difícil, aquí perdemos a millones de soldados para la causa.
  2. Critique/reseñe/comente. Es algo que por lo general hace la gente que lee, es decir, desarrolla algo así como un juicio crítico y termina elaborando sus propias opiniones al respecto de un tema. No necesariamente es así, pero puede pasar.
  3. Comparta. Esto es más raro aún, no quedan muchas personas generosas de esas que nos hacen pasar cosas lindas cuando estamos con ellas. Recomendar o leer un texto puede ser algo de eso en su sentido más ñoño. También es una postura subversiva, así que vale compartir, por rebeldía nomás.
  4. Organice. Junte algunas interesadas (no hace falta que sean amigas) en leer algo que a usted le haya resultado placentero y planeen una compra directa con la autora. Coordinen el envío y el depósito.
  5. Disfrute. Sus amigas lo querrán más, al punto de recomendarle nuevas autoras.
"Muertes Fabulosas" Juan Andrés Despouy
“Muertes Fabulosas” Juan Andrés Despouy

No es tan difícil como parece. Para llevar a cabo este plan ultrarevolucionario, en Mendoza un grupo de amigas/interesadas/curiosas, hemos generado un grupo a través de Facebook (aunque no somos un grupo en la realidad, tampoco amigas, ni siquiera tan revolucionarias) en donde presentamos propuestas de Muerte a las Intermediarias que luego llevamos a cabo. Nuestra lista de asesinatos aún es endeble pero estamos trabajando en ella: Primero nos ocupamos del correntino Tony Zalazar y su libro de cuentos “Carece de madurez”, luego de la poeta de Puerto Madryn, Fernanda Maciorowski y su “Ceremonia del té en los ojos”. Actualmente esperamos el cadáver de “Muertes Fabulosas” del autor franco-puntano Juan Andrés Despouy. Tenemos en lista ir por un santafesino y una sanjuanina, pero no daremos más pistas para no espantar víctimas.

Buscamos cómplices, siempre hacen falta manos dispuestas a ensuciarse. Somos fáciles de encontrar.

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