Una app que puede tirar abajo a varias empresas periodísticas

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Allá por el 2001 habíamos varias peleando por crear una comunicación distinta. Los medios que existían no nos representaban, además no contaban prácticamente el 90% de las cosas que pasan cotidianamente, esos medios en lugar de informar, vendían noticias y las vendían tres veces. La primera cuando cobraban por callase durante unos días, la segunda cuando cobraban por publicar esa noticia y la tercera cuando nos la vendían a las lectoras/televidentes/radioescuchas/etc.

El asunto es que muchas nos organizamos detrás del lema “Nos mean y dicen que llueve” que era el nombre de un programa de radio que muchas terminamos usando para denunciar la complicidad entre los gobiernos y las empresas periodísticas, aunque actualmente hay más versiones de la frase (que varía dependiendo de a quién le convenga…. como los medios o el gobierno).

En aquel momento comenzamos a discutir, a crear nuevos medios, nuevas formas de comunicar, nuevas formas de hacerlos sostenibles, nuevas estrategias para comunicar, nuevos conceptos para poder analizar lo que estábamos haciendo, también nos planteamos buscar nuevos públicos. Aparecieron distintas líneas dentro de esos nuevos medios: independientes, alternativos, contrainformativos, sociales, y un largo etcétera.

Fue la crisis la que mató, no la policía ni el poder político ni el gobierno: fue la crisis.

En realidad, estos medios vienen de larga data, siempre que hubo algo que comunicar se recurrió a ellos, hayan o no existido en ese momento las empresas periodísticas (las empresas que venden noticias y se hacen llamar medios de comunicación), pero en el 2001 muchas hablábamos de un periodismo militante. Nos referíamos con eso a un periodismo comprometido con lo que dice y con las consecuencias de lo que dice. Así es que si yo saco en tapa la foto de alguien y con letra catástrofe titulo “Debió matar para sobrevivir” entiendo la diferencia que existe con el título “Asesinó a una ladrona desarmada”. Son dos títulos que nos generan reacciones distintas.

Bueno, nosotras siempre nos hemos hecho cargo, de impulsar una reacción negativa, positiva, neutral, lo que fuere, las empresas periodísticas dicen que eso no existe, que los dos títulos anteriores dicen lo mismo. Un ridículo total.

Pero resulta que desde que el kirchnerismo tomó el concepto de periodismo militante su significado varió. Ya no se trata de hacerse cargo de lo que se publica, ni de periodistas con un compromiso con la sociedad o las lectoras, ahora se trata de una periodista que está comprometido con el gobierno, de una periodista que no es kirchnerista, sino oficialista. Eso es periodismo de militantes, no un periodismo que milita. El asunto es que quienes usamos el término durante años, hoy lo hemos perdido, ya encontraremos otro, no pasa nada.

Lo cierto es que en esta pelea sí hubo un triunfo: ahora NADIE cree en lo que publican las empresas periodísticas (sean públicas o privadas), aunque suele tenerse cierta confianza (relativa) en medios autogestivos. ¿Por qué? Porque en los medios autogestivos te queda clarísimo qué se pretende y no se puede dudar que haya algo “detrás” de la noticia, porque eso que las mercaderes ponen “detrás” de la noticia, en medios autogestivos está delante, en el título, en la bajada, en toda la nota.

Igualmente, hay muchos temas que no tocamos en medios autogestivos, los motivos son muy diversos. Para todo eso te puede servir Circa.

Se trata de un lector de noticias para smparthones que hasta hace poco sólo estaba disponible para iOS. No es un lector de noticias común: cuenta con un equipo de editoras que está constantemente utilizando diversas fuentes para realizar una noticia. Una suerte de reescritura de cada noticias, pero a partir de la combinación de distintos medios. Esto hace que cada parte de un artículo proceda de distintos medios, algo que termina siendo interesante en situaciones como la nuestra en que no le creemos a nadie.

Pero ojo: aceptar las noticias reescritas por el grupo de editoras de Circa es aceptar su línea editorial. Muchas personas creen que es posible la objetividad en los medios de comunicación, de hecho, alguna vez una traidora llamada Ernesto Espeche -que la iba de profesora en la UNCuyo- intentó hacerme aceptar que existe la “subjetividad objetiva”, un concepto extrañísimo. Objetivas no podemos ser, simplemente porque estamos vivas. Lo que podemos ser es honestas y contar todo tal cual lo hemos visto o lo pensamos, pero eso es muy distinto de ser objetivas. La objetividad, y la “verdad” son dos cosas que no existen.

Y como el grupo de editoras de Circa no es menos subjetiva que el resto de las personas, su mejor característica es su talón de aquiles: no es posible editar las categorías ni las fuentes de las noticias y la mayoría de los artículos de la app está relacionada con EEUU.

Es una pena, porque se trata de una app muy limpia y fluida que nos muestra distintos fragmentos de distintos medios sobre una determinada noticia, esto último, si bien no nos garantiza estar informadas, sí nos permite, como lectoras, ver distintos abordajes sobre un mismo tema y al mismo tiempo notar las diferencias entre ellos, algo que es FUNDAMENTAL para poder elegir ya no sobre qué informarnos (eso lo elige cada medio) sino CÓMO hacerlo, algo verdaderamente aplaudible.

En fin, ojalá esta iniciativa sea replicada por periodistas locales, o por lo menos latinoamericanas, realmente sería un gran avance para todas.

Dale una probadita y fijate divertite viendo cómo cada medio del mainstream, paga, vende, compra, calla, de acuerdo a su beneficio, que siempre es económico.

¡Happy Hacking!

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