En estos días en que se discute tan vivamente volver a la composición social que tenía el país en el siglo XIX, pienso que una de las cosas que hizo mal el sistema educativo con gente como quien escribe es adoctrinar en la repetición y el castigo, llamándole a eso aprendizaje.Luego descubrimos que eso que llamaban educación era en realidad una forma de castración mental y, como hemos podido, tratamos de de-construirla para poder aprender. La geografía, al menos en donde crecí, era una de esas cosas que había que repetir como lora para que el profesor no te castigue porque no satisfacés su ego, así que los mapas no me gustaron nunca. En el proceso de deconstrucción de la educación, me topé con mapas como el de hoy, que te invito a probar (hayas tenido o no la misma suerte y/u opinión que yo).
Por algún motivo desde los 90 para acá, los géneros musicales están menos marcados. Seguramente se trate de un resultado de la globalización (así se le llamó al empobrecimiento de las condiciones de trabajo en un país dependiente para beneficiar a una corporación extranjera y con eso maximizar las ganancias de las empresas de países poderosos). Me parece que es un síntoma y no algo malo en sí, ni nada por el estilo. Bandas como Café Tacvba y -se me ocurre- todo el rock latino surgido en los 80s forjó su estilo en esa globalización. Pero apareció, vaya a saber una por qué, una negativa a la etiqueta, al mismo tiempo en que los géneros comenzaron a mezclarse. El asunto es que hoy es difícil acceder a música nueva, porque las corporaciones que manejan los contenidos que escuchamos a diario se las arreglan para maximizar sus beneficios y eso hace que produzcan un software que reproduce en loop aquello que les genera ingresos. ¿Cómo hacemos? Hoy te invitamos a probar una web que te ayuda a conocer nueva música a partir de una segmentación abandonada: los géneros.
Resulta que en todo este tiempo de desgéneros y fusiones, han arrojado nuevas segmentaciones. O al menos lo son para mí, que hasta hoy no estaba al tanto de que existen el ‘deep happy hardcore’, el ‘bubblegum dance’, el ‘nu gaze’ ni el ‘hauntology’. El concepto de género en este caso nos sirve igual que una etiqueta: ordena. Y más allá de lo que opine una artista y su público de una obra en cuestión, en este contexto en que la música está subida en Internet, es movida por un algoritmo que decide qué es lo que deberíamos escuchar y no tenemos cadenas de búsqueda claras para poder encontrarnos con nuevos materiales, estas etiquetas vienen de pelos para encontrar material o saber cómo volver a encontrar aquél con que nos encontramos por accidente.
Glenn McDonald, se puso al hombro la titánica tarea de registrar distintos tipos de música del globo y creó allá por 2013 una web que reúne más de 500 géneros. Intentó encontrar a las artistas que más cuadraban con sus búsquedas personales, algo que nos parece bien, porque este mapa de géneros no pretende ser un atlas de la música sino una utilidad para poder orientarnos. Más brújula que mapa, si vale el concepto. Este proyecto recibe el nombre de Every Noise at Once (algo así como todos los sonidos al mismo tiempo) y es un mapa de géneros musicales que está esperando para que puedas explorarlo y zambullirte no sólo en nuevas experiencias, sino también en otras culturas y formas de producción.
De aquella fecha a la de hoy, Every Noise at Once ha elevado a 1500 los géneros publicados, varios son muy llamativos. Algo a destacar es que no sólo clasifica los géneros por estilo, sino que además proporciona una muestra de audio de cada uno con un sólo clic. Claro, la proporción es injusta y no es representativa, pero no es una pretensión de la web en cuestión y se nota. Si vamos más al concepto de Big Data que parece estar detrás del mapa, nos topamos con que si cliqueamos en la flecha ubicada al costado de cada género, podés ver algunas de las exponentes del género (según la opinión de quien creó la web, claro está) y los datos que proporciona al respecto Spotify, la tirana de la música actual.
Un proyecto realmente interesante y del que seguramente saldrás más nutrida, por elección propia y sin más imposición que la que quieras aceptar.
Metele la cuchara y contanos cómo te fue.
¡Happy Hacking!