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5 configuraciones para acelerar al máximo un teléfono barato

Si hay algo de lo que no hablamos aquí es sobre terminales móviles que puede comprar un porcentaje reducido de la población. No nos interesan. Tal vez a alguien le resulte muy interesante saber sobre un teléfono que no puede comprarse, pero para eso está el 99% de los diarios y sitios ‘especializados’ en este tipo de aparatos prohibitivos y elitistas. Pero tener un smartphone de menor dotación de hardware no tiene por qué ser un karma. Así que hoy te contamos cómo configurar tu teléfono para que vaya lo más rápido posible. Antes que nada: el término barato del título no responde a otra cosa que a definirlos de alguna manera llamativa. Existen varios teléfonos que son baratos y no por eso tienen un hardware de menor potencia, así que hacemos esta salvedad y seguimos adelante. El principal fuerte de Android es la gama económica. Es lógico: nadie quiere gastarse una fortuna y menos si no la tiene. Por suerte hay algunas modificaciones que pueden hacerse para que tu teléfono vaya como piña. Lo interesante de esto es que estas configuraciones pueden hacerse en cualquier terminal Android, sin que esté rooteado ni tengas que invertir un sólo peso.

Primer paso: desinstalar y deshabilitar el mayor número de apps

Este primer paso es importante. Cuantas más apps tengas instaladas, más lento será tu teléfono, sobre todo si estas apps funcionan en segundo plano, ya que de esa manera se encuentran siempre abiertas y consumiendo recursos del teléfono, por lo que lo mejor es desinstalar el máximo posible, y como a Google y las fabricantes de terminales se les ocurre que ellas tienen más derecho a decidir qué tenés instalado que vos, que compraste y usas el teléfono, hay muchas apps inútiles en el sistema que no pueden ser desinstaladas. Por eso es que vamos a deshabilitar las que no utilices y el móvil te permita deshabilitar. Hacer esto ‘a mano’ es bastante sencillo: andá al acceso directo de cada una, mantenelo pulsado y luego arrastralas hasta ‘eliminar’. También podés entrar en ‘Ajustes’ y luego en ‘Aplicaciones’, e ir una a una desinstalando las que realmente no necesites y deshabilitando las que no puedas desinstalar. elandroidelibre Como el proceso puede ser tedioso, podés -paradójicamente- instalarte App Manager, que es muy sencillo a la hora de deshabilitar las apps del sistema. Luego de usarla, simplemente la desinstalás y listo.

Segundo paso: cambiar la interfaz por defecto

Las fabricantes se esfuerzan en hacer que tu teléfono sea atractivo estéticamente, pero eso hace que muchos de los escasos recursos del teléfono se consuman en algo estúpido como la estética. Una gran alternativa es instalar una interfaz que consuma menos hardware. En ese sentido, Nova Launcher es un clásico minimalista que permite una interesante cantidad de personalizaciones.

Tercer paso: acelerar las animaciones y las transiciones

Esto en realidad es un trampa, porque libera muy pocos recursos. Más bien es la sensación de que todo va más rápido, un autoengaño como la monogamia. El efecto aparece porque se reduce el tiempo que transcurre ente que pulsás un botón y esa pulsación genera un efecto. Para esto, tenés que ir a la sección de ajustes de tu Android, luego a ‘Acerca del Dispositivo’ (esto puede variar de teléfono en teléfono) y pulsar 10 veces el número de compilación. De esta manera se activan los ajustes de desarrolladora. Ahora toca ir al menú anterior e ingresar en los nuevos ajustes, bajar hasta que veas las escalas de animación, transición y duración de animación. Ingresá en esa sección y ponelas en 0x.

Cuarto paso: forzá el uso de la GPU en 2D

Esto hace que la interfaz no consuma tantos recursos y realmente se nota. Esta opción aparece como ‘Forzar aceleración GPU’ y obliga al sistema a que use al máximo el procesador gráfico, lo que libera el CPU de hacer esa tarea y repercute en mayor velocidad. Este ajuste se encuentra dentro del menú de desarrolladoras (donde eliminaste las transiciones y animaciones) e inhabilitar las ‘superposiciones de HW’.

Quinto paso: bloqueá las apps en segundo plano

El sistema se ocupa de aplicar límites a las apps que se ejecutan en segundo plano y consumen memoria RAM, pero se pueden restringir un poco más. Esto es posible en caso de que no hagas multitarea. Para hacer estos cambios, andá a los ajustes de desarrolladora, una vez dentro buscá la opción ‘limitar procesos en segundo plano’ y luego pulsá en ‘Máximo 3 procesos’. Con esto podés reducir la cantidad de procesos en segundo plano a la friolera de 0, incluso podrías activar la opción ‘destruir actividades’ para que el sistema cierre definitivamente una app luego de que salgas de ella. Plus: en caso de que no quieras hacer este tipo de modificaciones, podés formatear tu teléfono y restaurar los valores de fábrica. Esto borrará todos tus datos apps y configuraciones, pero hará que el teléfono funcione como cuando recién lo compraste. ¡A divertirse!

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