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¿Tu teléfono está lento? Cómo acelerarlo

Hoy te vamos a dar algunos consejos útiles para acelerar tu teléfono.

Habrás notado que, de forma muy similar a Window$, los smartphones van decayendo en velocidad a medida que pasa el tiempo. Sobre todo los BalckBerry, munidos de un Window$ o los que tienen un Window$ Phone, llegado un determinado momento los teléfonos se vuelven locos y se clavan, no abren aplicaciones, demoran una infernalidad en hacer procesos muy simples que antes no demandaban ese tiempo.

Mayormente, este tipo de problemas se debe a que nuestro teléfono está sobrecargado de aplicaciones. Si en algún momento anduvo bien, tu sistema no tiene por qué súbitamente comenzar a andar mal, salvo que hayas instalado forzadamente aplicaciones que generen errores en su funcionamiento o que estas se hayan actualizado automáticamente y las actualizaciones no se lleven bien con el ecosistema que tenés dentro.

Primero y fundamental: si no usás una aplicación, borrala. Si la usás poco: ponete a pensar si realmente la querés, salvo que sean aplicaciones que instalaste para usar poco, pero en momentos importantes. En caso de que no uses o no necesites constantemente una app, siempre vas a poder instalarla de nuevo.

Muchas aplicaciones se ejecutan en segundo plano, es decir, que aunque no las estemos usando y no las hayamos abierto, se están ejecutando de igual manera. Esto tiene varios motivos, entre los más comunes está reducir el tiempo de apertura de una aplicación, es una forma que tienen las desarrolladoras de engañarte y hacerte creer que es una app liviana. Otro motivo frecuente es el trackear el uso que le des a tu teléfono, recolectar esa información y vendérsela a personas que estén interesadas en saber a dónde estás, qué hacés, qué comés, de qué hablás, con quién estás y durante cuánto tiempo. Te parecerá paranoico, pero tanto a anunciantes como a gobiernos esa información les resulta interesante.

Administrador de tareas

Para ver qué aplicaciones se están ejecutando, simplemente abrí el administrador de tareas de tu smartphone y cerrá todas aquellas que verdaderamente no necesites. Sobre esto: hay un principio de Android que es el de ocupar el 100% de los recursos disponibles. Vas a ver que algunas apps se abren solas luego de que las cerraste. Esto es porque el sistema operativo busca ocupar el 100% del hardware, si hay memoria libre, se está desperdiciando, en esos casos, abre las aplicaciones que usás más frecuentemente. Existen varios administradores de tareas que contienen una opción de finalizar automáticamente, esto es de utilidad si sos neurótica, pero lo único que hace es consumir memoria todo el tiempo pues Android abre una app y el administrador de tareas las cierra, constantemente, por lo que no te lo recomiendo.

El Navegador

Tal vez te parezca que no, pero los navegadores en los smartphones ocupan bastante memoria. Lo que sí sabés es que los navegadores fallan, que por lo general tener varias pestañas abiertas es garantía de que se va a cerrar y otras cuestiones. Instalar un buen navegador, liviano y potente, hace que disminuyas el consumo de memoria RAM y procesador que está ejecutando.

Actualizá el sistema operativo y todas las apps

Tener una aplicación desactualizada y/o un sistema operativo sin actualizar es casi una garantía de errores y desperdicio de recursos. Es clave para un funcionamiento ágil el tener todo siempre actualizado. Ahora, con cuidado y sólo lo necesario, hay aplicaciones cuyas actualizaciones no funcionan correctamente, por lo que siempre es mejor leer las notas de la actualización antes de un upgrade. Es por esto también que siempre es recomendable tener instaladas sólo las apps que vayas a usar.

Reseteá el teléfono

Al resetear borrás archivos temporales y volvés a cargar todo el software nuevamente. Es útil, aunque es un parche, pero si luego de resetear comenzás a seguir algunos de estos consejos, mejorará el rendimiento de tu teléfono y lo vas a notar mucho más fluido que antes.

Mucho espacio ocupado

Siempre que puedas, guardá toda la información que lleves en el teléfono dentro de la tarjeta SD. La mayoría de los sistemas operativos móviles necesitan de todo el espacio libre posible dentro de la memoria interna del teléfono, por lo que tenerla muy llena o totalmente llena, los ralenta.

Limpiá la caché

La caché de la memoria es algo que usa tu teléfono para evitar estar cargando, descargando, abriendo y operaciones similares, archivos que necesita o usás frecuentemente. Por desgracia, esto también ralenta la velocidad de tu teléfono, aunque no es inmediato. Bajá algún cleaner para caché, desde Play o el centro de aplicaciones o la store, o cualquiera sea el nombre en tu teléfono y ejecutalo frecuentemente.

Rooteá el teléfono

Si no sabés de qué se trata, te recomendamos usar el buscador del sitio pues ya lo hemos publicado. Rootear nos va a permitir un sin fin de operaciones que no están disponibles de otra forma. Cuidado, también ponemos más cosas en riesgo, pero por ejemplo, con un smartphone rooteado podemos overclockear el aparato. Para esto existen varias aplicaciones, muchas de gran utilidad, que pueden aumentar hasta un 20% (real) la velocidad de tu procesador. Esto es porque muchos Android son bastante genéricos, y vienen preparados para utilizar un porcentaje menor al 100% de tu procesador, al overclockearlos lo podés llevar al 100%. Pero cuidado: esto también consume más batería.

Si usás Android, instalá Cyanogenmod o Replicant

Realmente no puedo describirte la ENORME cantidad de ventajas que tienen las versiones libres y comunitarias de Android frente a las de stock. Simplemente te insisto: animate a olvidarte del 40% de los problemas habituales del teléfono. Se usa igual, se ve igual, sirve para lo mismo, pero es verdaderamente mejor.

Hasta aquí llegamos hoy, en realidad son sólo algunos consejos, pero de utilidad para poder recuperar el buen estado en que estaba tu teléfono cuando recién lo empezaste a usar.

¡Happy Hacking!

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