No solemos hacer notas del tipo “10 cosas que necesitás saber de…” porque nos parecen mediocres, pasatistas, aunque cada tanto las hacemos. Pero hoy tiramos un poco los prejuicios por la borda y nos ponemos en esa tónica porque nos resulta una forma más práctica para tirar abajo algunos mitos sobre las baterías.
Antes que nada: una batería depende SIEMPRE de su uso, por lo que si tu batería es nueva, pero le sacás mucho el jugo al aparato en que la usás, ninguna batería va a durar mucho, y es lógico: las baterías tienen una vida útil marcada por ciclos y no por tiempo, por lo que en el momento en que se llega a tope de ciclos posibles (unos 1000, aproximadamente), la batería comenzará a morir lentamente hasta ser totalmente inútil.
Las baterías son una parte muy importante en algunos equipos e indispensable en otros, pero por desgracia los avances en el universo de los aparatos han sido mucho más grandes y veloces que en el de las baterías. Las “generaciones” de baterías se pueden dividir entre las basadas en níquel y las basadas en litio.
1 – Descargá la batería completamente, tienen memoria
Producto de que no muchas veces prestamos atención al tipo de batería de nuestros aparatos, no es habitual que sepamos mucho más de una batería que su duración promedio. Las viejas baterías de NiMH o NiCD tenían que ser descargadas por completo antes de volver a cargarlas, porque tenía efectivamente un ‘defecto’ memoria. Pero las baterías de Ion Litio, la mayoría de las actuales, trabajan de una forma diferente y no tienen esta “memoria”. De hecho, descargar completamente una batería de estas las va dañando poco a poco. Lo mejor en este caso es llegar a un punto de descarga no inferior al 20% y conectarla.
El asunto de los ciclos es importante y distintas fabricantes aseguran distintas cosas. Unas plantean que los ciclos de una batería son por descargas completas. Esto significa que si descargás tu batería al 20%, la usás hasta descargarse al 80%, y la recargás, cuenta como sólo un ciclo de batería (80+20=100), otros afirman que cada vez que conectas tu batería cuenta como un ciclo sin importar si cargás el 1% o el 90%.
2 – El calor o el frío dañan las baterías
El calor reduce la capacidad de una batería. Esto afecta las incluidas en cualquier tipo de dispositivos. Habrás notado que tu teléfono se calienta cuando ejecutás tareas pesadas (como juegos). Las de las notebooks se calientan cuando tienen poca carga, poca ventilación y también cuando una computadora está realizando tareas pesadas. Pero en el caso de las computadoras portátiles, el calor al que están expuestas cuando están conectadas en las computadoras también las afecta, por lo que sacándola de la máquina cuando la estés usando enchufada (o puedas hacerlo) también aumenta su vida útil.
La temperatura de donde dejes estos aparatos también influye. Si dejás tu celular o tu computadora dentro del auto en un día de calor, la temperatura de la cabina del habitáculo suele merodear los 50°C, una temperatura para la que no están preparados estos aparatos y mucho menos sus baterías, vas a terminar reduciendo su capacidad de carga.
El frío extremo también puede acortar esta capacidad de carga, siempre es bueno ver en los manuales de instrucciones cuáles son las temperaturas de uso y exposición adecuadas.
3 – Hay que descargar 100% antes de guardarla
Este es otro mito, casi como el de que hay que desafinar una guitarra para guardarla. Si compraste una batería nueva y creés que la que ya tenías tiene todavía vida útil, por lo que querés guardarla, no te conviene descargarla al 100%, porque esto puede hacer que la batería se vuelva incapaz de volver a almacenar energía. Tampoco conviene dejar una batería mucho tiempo 100% descargada, no hace falta que salgas corriendo a cargar las baterías, pero es preferible dejar siempre un poco de carga en ellas. Cargarla al 100% puede producir el mismo efecto.
Algo recomendable es dejarla cargada alrededor del 50%. Esta es una recomendación de la mayoría de las fabricantes en caso de que no vayas a utilizar la batería en un período mayor a 6 meses.
Lo más importante para cuidar tu batería y sacarle el jugo sin matarla, es tener en cuenta la cantidad de ciclos y la forma de contarlos que sugiere la fabricante.
¡Happy Hacking!
