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Mirá cómo era la web antes de 1995

Antes de 1995, cada vez que se habló de Internet y sus etapas, salvo en la primera porque ahí nadie tenía mucha idea de cómo era la cosa salvo quienes la desarrollaban, las usuarias tendimos a imaginarnos cosas diferentes. Por ejemplo, existía el comentario de que la “Internet 2” (así se llamó a un tipo de internet que nunca llegamos a ver) incluía una navegación gráfica, muy similar a Street View, en la que podríamos movernos como si se tratara de ciudades digitales. Hasta habían imágenes de cómo eran esas casas y edificios que hacían de sitios web. En este contexto además salió ComicChat un programa que mejoraba el Netmeeting (el primer cliente de chat que se masificó) que permitía interactuar con personajes virtuales al estilo cómic para zafar del “aburrimiento” de chatear sólo en texto.

Realmente era una etapa interesante de Internet, ingenua, fresca, muy fea -y a nadie le importaba-, mayormente en inglés, mucho más segura, prácticamente sin publicidad y desconectada, ya que no existían las redes sociales. Un detalle que me parece hermoso: no se usaban casi los buscadores sino que existían pequeños sitios que almacenaban recomendaciones y descripciones junto a los enlaces que nos llevaban a los sitios nombrados. Eran una suerte de sommeliers de la red.

Una forma muy masiva de tener un sitio web en aquella época era utilizando los servicios gratuitos de GeoCities, webhosting del infierno que cerró allá por 2009 llevándose consigo casi todos esos sitios, entre los que había varios míos, debo reconocer. Todo eso es nostalgia y la verdad, pocas webs eran realmente mejores en aquel momento que en el actual, aunque las había. Hoy te alcanzamos un servidor que permite espiar esa red.

Se trata de Tilde Club, un pequeño servidor Unix (el sistema operativo que inspiró GNU/Linux y Mac O$) en el que las usuarias pueden crear sus propias páginas web de manera gratuita utilizando una línea de comandos. Para esto basta con registrarse y esperar un poco a que te asignen un lugar. Aunque no lo parezca, el sitio tiene una alta demanda y por ello hay una lista de espera, que a decir verdad es bastante larga. Cuando te toque, te van a dar un nombre de usuaria y una contraseña para que subas tu propio contenido.

Una característica que me gustó bastante es que el sitio, además de un diseño que parece realizado en Clarion, incorpora un sistema muy usado en los 90 que sirve para enlazar de manera aleatoria los sitios dentro del hosting, que recibe el nombre de webring (sí, igual que los anillos de la red onion). Según una de las desarrolladoras, Tilde.club recibe su nombre de los símbolos que designan las páginas de las usuarias.

Además de hostearte, el sitio propone un gran listado de las webs que aloja, al que suma la oferta de visitar la web actualizada más recientemente. Si querés ver Internet con otros ojos, no dejes de visitarlo.

Dale una probadita.

¡Happy Hacking!

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