A ver, no hay dudas: tomar y manejar son incompatibles. Sobre todo porque podemos dañar a otras personas y/o a nosotras mismas. Por lo que lo mejor cuando salgamos al volante es NO tomar, pero no tomar NADA.
Sucede que a veces, nos tomamos un vaso de cerveza o de vino, o de lo que sea que contenga alcohol, y nos sentimos en condiciones de manejar, pues “no estamos ebrias”. Creo yo porque creemos que el alcohol afecta al volante sólo cuando tienen que levantarnos con cuchara. Volviendo al ejemplo, tomamos, creemos que podemos manejar pero igualmente creemos que no vamos a pasar un test de alcoholemia, o nos preocupa saber si estamos realmente en condiciones de manejar según lo que dictamina la legislación vigente.
Si no contamos con alguna forma de medir a ciencia cierta nuestro nivel de alcohol en sangre, podemos utilizar Alcoholímetro para Android. No se trata de una aplicación que mida la presencia de alcohol en sangre sino el tiempo que debe pasar entre que tomamos alcohol y el momento de poder volver a conducir sin ponernos en riesgo de matar, dañarnos o ser víctimas de una multa.
Se trata de una aplicación muy sencilla en la que introducimos la cantidad de mililitros de la bebida que ingerimos, su graduación alcohólica y nuestro peso. El programa realiza un cálculo y nos arroja la cantidad de tiempo que deberemos esperar para volver a conducir.
Sería bueno que si hay alguna lector con acceso a un alcoholímetro real la probara para contarnos si tiene margen con lo real pues, se trata sólo de una aplicación desarrollada por una desconocida, pero que parece sumamente útil al menos como patrón para ordenarnos y llamarnos un poco a la conciencia.
NOTA: No te conviene regirte sólo por una aplicación de Android para saber si manejar o no. La aplicación es sólo para calcular si estás en los límites legales.
Como dato: los parámetros que toma la app para decirte si esperar o manejar son los de la legislación española, donde el máximo de alcohol en sangre es 0.25 gramos de alcohol por litro de sangre, que es la mitad de la que permiten las leyes argentinas.
Además, mejor que tomar y manejar es fumar y volar (¡cuac!).
¡Happy Hacking!